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“Es un ser humano irrecuperable, estamos muy tristes”, confiesa Tony Benítez, uno de sus diseñadores de cabecera con quién ha trabajado toda la vida. “Era muy fácil vestir a la Duquesa”, explica Tony, quien asegura que no era nada exigente. Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba,rompió moldes con un particular estilo; no les gustaban los colores oscuros y prefería siempre los pasteles.

“Convivían en la misma persona varias Cayetanas”, ha señalado el periodista Fernando Ónega en La mañana. Cayetana, ha dicho, era la mujer de las revistas de Corazón, la Cayetana institucional, “la auténtica Duquesa de Alba, que sabe lo que representa y que estaba muy orgullosa de la historia de la Casa de Alba” y también está la Duquesa de Alba vecina “la defensora del pueblo”. También existe, añade Ónega, “una Cayetana empresaria”.

Monseñor Carlos Amigo, Arzobispo emérito de Sevilla, que va a presidir las exequias de la Duquesa de Alba, recuerda a Cayetana como una aristocrática en todos los aspectos, “una mujer aristócrata en la sencillez”. “Era sencilla y cercana a la gente”, ha añadido.

Ha destacado también su generosidad cristiana y su apoyo a los pobres. Carlos Amigo cree que será una misa multitudinaria, por ello han ofrecido la catedral de Sevilla para celebrar su funeral.

Profundizamos en la figura de Cayetana Fitz-James Stuart, fallecida a los 88 añosJosé Miguel Carrillo de Albornoz, vizconde de Torre Hidalgo y autor del libro Duquesas, dice que fue la abanderada de la nobleza española. Su figura, añade, será difícil de igualar. Ricardo Mateos Sainz de Medrano, historiador, experto en Casas Reales y autor de Nobleza obliga, considera que la Casa de Alba pierde un enorme perfil, difícil de ser imitado por su primogénito, el duque de Huéscar, que se hará cargo de los principales título de Cayetana.

Desde su niñez, el arte era parte de la vida cotidiana de la duquesa de Alba, creó una fundación, la Fundación Casa de Alba, para proteger su importante patrimonio artístico. Nos lo cuenta Ángela Núñez (20711/14).

Cayetana Fitz-James Stuart (Madrid, 1926), la duquesa de Alba, no es una figura cualquiera. fue la noble con más títulos del mundo y la más popular. Su nombre se identifica con una vida independiente y llena de glamour. Su patrimonio, salpicado por todo el país, está valorado en 2.800 millones.

La duquesa de Alba creó una fundación para proteger su patrimonio artístico, que se remonta al siglo XV y no ha hecho más que aumentar con sucesivas acciones militares, matrimonios o herencias. La Casa de Alba posee obras maestras de Goya, Tiziano o El Greco. Entre los manuscritos, destacan las cartas autógrafas de Cristóbal Colón

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, ha expresado en Las mañanas de RNE su pesar por el fallecimiento de "Cayetana”, como él mismo ha dicho, puesto que es así como se la conocía en Sevilla. Ha recordado que no había proyecto social o solidario donde no mostrara su generosidad. También ha anunciado que la capilla ardiente de la duquesa de Alba se instalará en el Ayuntamiento de la capital hispalense, en concreto en el Salón Colón (20/11/14).

Nació en Madrid pero desde niña se sintió muy sevillana. De todos los palacios de su vida, el de Dueñas fue su favorito. Fue un convento reconvertido en viviendas y doña Cayetana, andaluza de espíritu, lo ha considerado, siempre, su verdadero hogar. Aquí,  como ella ha dicho, ha sido muy feliz, y aquí también ha querido volver cuando su vida se apaga.

La duquesa de Alba permanece en el Palacio de las Dueñas, su residencia sevillana, donde fue trasladada este martes desde el Hospital Quirón Sagrado Corazón, acompañada por su marido, Alfonso Díez, y por sus hijos Carlos, Alfonso, Fernando, Cayetano y Eugenia, han asegurado fuentes cercanas a la familia.

Su hijo Jacobo, que tiene su residencia habitual en Gerona, es el único de los seis hijos de la duquesa que aún no ha llegado al palacio sevillano, en el que se percibe la presencia de media docena de vehículos.