Los secuestradores del atunero Alakrana han suspendido las negociaciones mientras no se devuelva a Somalia a los dos corsarios detenidos por España y que hoy se han presentado ante la Audiencia Nacional. Una situación que ha disgustado mucho a las familias de la tripulación, que considera que va a dificultar las negociaciones. En esa línea se expresan Silvia Alvés, esposa de uno de los miembros del Alakrana, e Iñaki Zabaleta, presidente de la Cofradía de Pescadores de Vizcaya. Entretanto, la Asociación Española de Profesores de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales cuestiona la legalidad del paso dado por España. Olaia Fernández, diputada del Bloque Nacionalista Galego, explica las razones que le llevan a preguntar al gobierno si va a impulsar medidas a nivel europeo para evitar nuevos abordajes. La recta final del programa se la reservamos a las noticias de medioambiente marino.
Chacón dice que no le constan amenazas de los secuestradores del "Alakrana"
Los dos piratas somalíes detenidos por la fragata Canarias han ingresado en prisión por orden del juez Garzón. El magistrado ordenó su entrega urgente por entenderles responsables de un delito de asociación ilícita, 36 de detención ilegal y uno de robo con violencia y uso de armas. El secuestro ha cumplido doce días y Defensa justifica la entrega de los dos piratas al juez porque el barco atacado es español. Un argumento que no comparten algunos expertos de derecho internacional quienes cuestionan la competencia de la justicia española para juzgar este caso de piratería. Es por ejemplo, la opinión de José Manuel Sobrino, presidente de la Asociación Española de profesores de Derecho Internacional y relaciones internacionales, con quien hemos hablado 'En Días como Hoy' (13/10/09)
La preocupación de los familiares y compañeros de los pescadores del atunero Alakrana, secuestrado hace una semana en aguas del Índico por piratas somalíes, aumenta conforme pasan los días y piden que se aceleren las negociaciones para su liberación. El barco, en manos de los piratas, sigue fondeado a dos millas de la costa de Somalia, vigilado por aeronaves de la Operación Atalanta, entre las que se encuentra una fragata española.
