La provincia de Cáceres es la tercera española con más rollos y picotas jurisdiccionales
El editor y escritor extremeño Marino González recoge en una cuidada publicación los 51 rollos y picotas que aún se conservan en plazas y calles de otras tantas localidades de Extremadura. Cáceres, con 45, acapara el mayor número. Todos están declarados bienes de interés cultural y los muestra con fotografías, documentación histórica y relatos de ficcción.
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Los rollos y picotas se levantaron en la edad media y se otorgaban a los señores feudales como símbolo de su poder sobre un territorio. Les permitía cobrar impuestos y administrar justicia y ésta última función es la que a llegado a nuestros días con mayor profusión. El dicho "poner en la picota" alude a la vergüenza que sufría el reo al ser atado y expuesto en público para cumplir castigo.
Los rollos se levantaron también en las ciudades que los conquistadores españoles y portugueses fundaban en América y básicamente tienen una estructura similar, un basamento sobre el que se levanta una columna de granito. Marino González ha fotografiado los 51 que aún se conservan en Extremadura y los ha acompañado de un relato de ficción pero con personajes, lugares y momentos históricos de cada localidad
