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'En la nube' te acerca a la ficción sonora con 'El oscuro túnel de la mirilla', premio Margarita Xirgu

  • Este jueves 19 entrevistamos a su autor, Manel Ismael Serrano Servera
  • También escuchamos esta obra de teatro radiofónico, premiada en 2011
  • 'En la nube' se emite de lunes a jueves de 22:00 a 24:00 en Radio 3

Por
Ficción sonora - El oscuro túnel de la mirilla - 09/12/11

Manel Ismael Serrano Servera es el autor de El oscuro túnel de la mirilla, ganadora del 24º premio de teatro radiofónico Margarita Xirgu. Escucha la obra y la entrevista que le hacemos En la nube de Radio 3 este jueves 19 a partir de las 22:00.

El oscuro túnel de la mirilla es una fracción de segundo, tal vez menos, pero suficiente para el transcurso de su historia. Se hace casi profano desvelar el contenido de este guión radiofónico que escribí para el Xirgu del 2011.

Escribí o más bien me agarró “ella” (esa enfermiza historia) de mi cabellera, hasta sacarme de mi cama arrastrándome hasta el escritorio donde suelo sentarme, la mayoría de las veces voluntariamente para aporrear el yunque bravo de la literatura.

Pero a diferencia de mi hábito de escritura con El oscuro túnel de la mirilla no fue así. Ya dormido o tal vez no... algo me arrancó de la cama y me hizo pulsar la tecla de esta historia de descuartizados, no muertos, desapariciones frustradas, emparedamientos también frustrados, lineas telefónicas platoníanas, vecinos desconocidos, taconeos descarnados de valquirias tan invisibles como definitivas y el sonido como arma de degüello; utilizando la formula del ruido (indispensable en este guión) como maravilloso material inyectable para enrolar al lector desde las primeras palabras de la historia.

Ruido

El ruido es el director de orquesta, hilo conductor de la trama por la neblina irreal de su contexto, hasta un final desconcertante no falto del “acojone máximo” que como paso marcial de las más terribles legiones que zancada a zancada, pisando el viento a su paso, hacen besar tierra a todo aquello que flota durante todo el tiempo que persiste esta incertidumbre fiel a su agonía, desde la primera palabra hasta el último signo de puntuación de este guión.

Luego viene lo que es para mi, padre de la criatura, la ascención de esta historia escrita hasta las nubes de la hermosura. Entiendo hermosura como culminación, como sensación supra-corporal comparable al tendido en blanco de la pantalla antes de arrancar la proyección de la liquida luz del celuloide cabalgando a lomos de la oscuridad hasta aterrizar sobre las sabanas del cine, o también comparable al tronar del volteo de esa primera pagina de un libro abriendose bajo el ojo avizor de un hambriento lector, y como no podía ser de otra forma... comparable al afilar de los oídos cuando un oyente presta su tiempo, cuerpo, alma dando disponibilidad plena a sedar sus sentidos a cambio de escuchar una historia que pueda ser capaz de mecer su alma como si se tratara de una suave cabellera.

Magia

Ahí es donde entra en juego toda la magia de esos seres alados capaces de convertir un insonoro guión en una obra, dotándolo de una armonía solo alcanzable en las nobles artes del cine y la dramaturgia, quízas padres adoptivos de la ficción radiofónica.

Los culpables de tal delito de exaltación a la belleza capaces de transformar un guión sordo titulado el oscuro túnel de la mirilla en una maravillosa ficción radiofónica ha sido este grupo de artesanos: Mayca Aguilera en realización, Amparo Hernández en control de sonido, Ilia Sánchez en producción y Juan Suárez, Javier Gallego, Juan Megías y Nacho Hevia en un infalible reparto.

Del guión a la radio

Me muerdo los dedos, arrastrando por ellos mis hambrientos dientes solo en pensar en la posibilidad de volver a preparar una ascensión a los cielos de un guión a una ficción radiofónica, que ha significado para mi el haber ganado esta vigésima cuarta edición del Premios de teatro radiofónico Margarita Xirgu.

Solo cabe lanzar desde mi humilde silueta, a todos lo que han apostado en mi historia como para darle tal distinción y a todo ese maravilloso equipo que ha hecho posible esa “elevación” del guión a la ficción radiofónica, un invisible pero estruendoso abrazo interestelar.

Ahí, cabalgando sobre las ondas, queda eso.

¡Todo mi agradecimiento!

Radio

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