"Como niñas y gatos".

(Música)

Adelaide, te has dejado el cambio.

Y tu sonrisa de que tengas un buen día.

La sonrisa es de cinco estrellas.

¡Toma, qué bien lo hago!

(Gatos)

¡Ah!

¡Ja! ¡Ni me habéis hecho daño!

Bien, ya veremos quién ríe el último

cuando el de control de animales se ocupe de vosotros.

-¿Qué ha pasado, señor Scully?

-Quería ver cómo iba el contador del edificio,

pero esos gatitos no me dejan.

He llamado al de control de animales y vienen mañana.

-¿Qué va a hacer control de animales con ellos?

¿Buscarles otro callejón?

-Bueno, a los más buenos seguramente los adopten.

-¿Y qué va a pasar con los menos buenos?

-Tú tranquila.

A lo mejor los menos buenos

tendrán que pasar más tiempo con la protectora,

pero seguro que alguien acabará por...

¡Ojalá paséis toda la vida entre rejas, felinos asquerosos!

-¿Pasar toda la vida entre rejas? No puedo permitir que pase.

Tengo que conseguir que los adopten,

pero ¿cómo lo hago para que cooperen?

A los gatos les encantan las anchoas.

Vas a necesitar muchas para su cabecilla, el Micho.

Mira, ¿sabes qué? Si me ayudas a volver dentro,

te daré todas las latas de anchoas que quieras.

¡Hecho! ¡Caramba! ¡Qué fuerte eres!

¡Lo sé!

¡Eh! ¡Alto ahí, gatos!

He venido a ayudaros. Y traigo muchas más anchoas.

-(MAULLA)

¡Ah, ah, ah! Ni se te ocurra pensarlo, Micho.

Es por vuestro propio bien.

Si os adoptan antes de que llegue el control de animales,

no pasaréis ni un segundo entre rejas.

¡Hola, Ler! ¿Quieres adoptar un gatito monísimo?

-¡Ay, qué cosita más bonita!

¡Ay, ay, ay!

¡Me declaro fan de los perros!

-Muy bien. A lo mejor todavía no estáis como para adoptaros,

pero eso tiene remedio.

Primera lección para ser adoptados.

¡Buenos modales!

¿Y qué mejor sitio para aprender modales que tomando el té?

¡No!

Pelear se demuestra que se tiene muy malos modales.

Y quien tenga malos modales no se llevará chuches...,

¡o anchoas!

Sabía yo que lo entenderíais.

Bien, el té. ¿Quién quiere leche?

La he dejado por aquí abajo.

¡Marcel y Nico!

¡Es de mala educación dormirse al tomar el té!

Lo siguiente para que os adopten es...

¡Ser monos!

Así que he pedido ayuda a las crías más monas del zoo.

-(MAULLA)

-¡Ah, ah!

Prohibido comerse a los profesores.

Las anchoas están más ricas que las crías.

Supongo.

No lo sé seguro.

Bueno, va, ¡a monear!

¡Qué bonicos!

Son monos, pero les falta algo.

¡Oh, ya sé!

¡Accesorios!

-(MAULLA)

-A ver, sé que vosotros no sois conocidos por llevaros bien

pero podéis aprender algo porque el siguiente truco importante

para que os adopten es la obediencia.

Observad, "sit", dad la vuelta.

Buenos chicos.

Vale. ¡Sit!

¡Dad la vuelta!

¡Buenos gatos!

Ya sabía yo que teníais algo de perro.

Estáis más que listos para ser adoptados.

¡Regalo, gatitos!

Llevaos a casa un poquito de amor bien educado.

-Siempre he querido un gato.

¿Mamá, puedo? ¡Mira qué monos!

-Y son todos gratis. -Vale, ¿por qué no?

-Tomad, un regalito. A ellos les encantan las anchoas.

¡Venga, chicos! ¡Adoptad un gato!

Son muy educados, supermonos y se saben un montón de trucos.

(Bullicio)

¡Gatos gratis! ¿Me estáis tomando el pelo?

-Yo quiero uno. -Yo también quiero.

-Yo quiero este.

(Música)

-Para ti el último, Vito.

-¡Eh! Me encantan las anchoas.

No, son para él.

¿Sabes qué? Da igual, recuerda compartirlas con el gato.

¡Sí! ¡Lo conseguí!

Los gatos del callejón están adoptados.

¡Sí, sí, sí!

-(CARRASPEA)

-¡Alexis! ¡Señora Flores! ¡Habéis vuelto!

-Venimos a devolver el gato, Adelaide.

-Sí, creo que el gato que me has dado está asilvestrado.

-¿Vienen todos a devolver a sus gatos?

-La cosa iba bien hasta que se acabaron las anchoas.

No querrás saber lo que pasa cuando se acaban las anchoas.

-(TIEMBLAN DE MIEDO)

-Podéis ir a comprar más anchoas, ¿no?

-Ay, ay, ay...

Está claro que lo mío no son los gatos.

-¿Y ahora qué vamos a hacer?

El de control de animales os encerrará para siempre.

CONTROL DE ANIMALES

¡No está aquí! ¡Vamos, escondeos!

¡Bien hecho, gatos!

Pero no podemos esconderos eternamente.

O sí podéis...

-¡A la gente no le entra!

¡No se puede aparcar junto a una boca de incendios!

-(MAULLAN)

-¡Oh! -¡Perdón!

ZOO DE GREAT LAKES CITY

Aquí podéis estar a vuestro aire.

Esto está pensado para animales salvajes.

Vosotros imitad a los monos.

Serán vuestros nuevos hermanos y hermanas adoptados.

(Silbido)

(Música)

Eh, eh, eh... No sigamos por ahí.

Ya me llevo a los gatos.

Por ahora, Glem no parece molesto.

Y es el animal que más miedo da del zoo.

Los gatos no se meterán con él.

(Música)

-¡Mamá! ¡El Zoo tiene un tiranosaurio!

-Eso no es muy seguro.

(Parlotean)

Oiga, ¿control de animales?

-¿Qué está pasando? No tenemos tiranosaurios.

-Oh, oh...

-Adelaide, ¿es cosa tuya?

-Sí, pero tengo una buena explicación.

-¿Y el tiranosaurio?

Nunca he atrapado a uno, pero anda que no he querido hacerlo.

-Bueno, vale.

No es un tiranosaurio, sino que es un gatiranosaurio.

Son los gatos que había en el callejón.

Quería esconderlos para que no se pasaran

el resto de sus vidas encerrados.

-Por eso no encontré a los gatos.

Bueno, ya que estoy, me los puedo llevar.

Pero no son lo mismo que un tiranosaurio.

(Pisadas)

(Rugidos)

¡Necesitaré otra red más grande!

¡Otra vez no!

¡Ratas de las narices, devolvedme la furgo!

¡Corred cuanto queráis que os volveré a encontrar!

-¿Qué ha sido eso?

-Llevo todo el día atrapando ratas por la ciudad.

-Son muchas ratas.

¡Sí! Es como si hoy a las ratas de la ciudad

les hubiera dado por campar a sus anchas.

(Música)

(SE ASUSTAN)

(Música)

(Gritos)

¿Qué está pasando?

-Un momento.

Las ratas se habrán descontrolado porque me llevé a los gatos.

-Cierto.

Los gatos mantienen a las ratas bajo control.

Sin ellas, se ha desequilibrado todo.

(Música)

-¿Me está diciendo que si me llevo a los gatos...?

-Esto se convertirá en Villarrata.

-Pues solo puedo decir...

¡Miaucha suerte!

(TODOS) ¡Gatos! ¡Gatos! ¡Gatos!

(Música)

(TODOS) ¡Gatos! ¡Gatos! ¡Gatos!

¡Gatos!

(Música)

(Vítores)

¡Oh, qué pasada!

Esos gatos sí que saben controlar a esas ratas.

-He dado con la solución a nuestro problema de gatos y ratas.

-¿En serio? -Pero antes querrá ocuparse de eso.

-¡Ya estamos! ¡Me lo cuentas luego, ¿de acuerdo?

-Os presento a los nuevos agentes de control de plagas.

Su tarea oficial es la de mantener bajo control el número de roedores.

Y así los gatos no tienen que ser domados o encerrados.

-Muy buena idea, Adelaide.

Algunos animales salvajes necesitan ser salvajes.

-Y está bien que solo haya que pagarles con anchoas.

-Mejor nos vamos.

Se pueden enfadar si los molestamos en su descanso.

-Les entiendo.

(Música)