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José Luis Munuera: Walter el lobo es un divertido cómic para todas las edades

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Fragmento de una viñeta de 'Walter el lobo' de José Luis Munuera
Fragmento de una viñeta de 'Walter el lobo' de José Luis Munuera

JOSÉ LUIS MUNUERA (Lorca, 1972)

Con más de veinte álbumes de historieta publicados en Francia se ha convertido, junto con Juanjo Guarnido (Blacksad), en referente indiscutible de cómo un autor español puede triunfar en el mercado francés, además de en uno de los dibujantes más admirados por sus compañeros de profesión. Munuera estudió Bellas Artes en Granada y tras alguna publicación en círculos de aficionados universitarios, dio el salto directamente al mercado francés a mediados de los noventa. Sus primeros pasos en el país vecino fueron con guiones de Joann Sfar, y no tardaría mucho en iniciar una larga asociación con el prolífico guionista Jean-David Morvan, con el que ha dibujado más de una quincena de álbumes (serie Nävis). Entre sus trabajos más destacados se encuentran cuatro álbumes para la serie Spirou y Fantasio, uno de los iconos más emblemáticos del cómic francobelga. Como curiosidad, mencionar que también dibujó la adaptación al cómic de la película de Dreamworks 'La ruta hacia El Dorado'. El último paso adelante en su carrera ha sido conseguir trabajar en títulos más personales, como 'El juego de la Luna' (con Enrique Bonet, por el que fue seleccionado en el Salón del Cómic de Angouleme) o Fraternity (con Juan Díaz Canales, el guionista de Blacksad) ambos publicados en España por Astiberri. 'Walter el lobo' (Dibbuks) es una serie realizada enteramente (guión y dibujo) por él.

Walter el lobo (Dib>buks) es un divertidísimo comic de José Luis Munuera, dibujante murciano que, como viene siendo habitual con el talento patrio, ha triunfado primero en Francia. La editorial Dibbuks ha recopilado los tres álbumes publicados en el país vecino en 2010 y 2011, de este lobo bonachón que se ve envuelto en las situaciones más disparatadas. Los tres episodios incluidos en el tomo son: Walter y el bebé-loboHambre de zorro y El anillo mágico.

José Luis está encantado con la edición española: "Me parece muy acertada, con el formato en tapa blanda, me parece muy cómoda, muy manejable muy como para ir a la piscina con el tebeo. Y que hayan agrupado los tres álbumes en un solo volumen me parece muy buena idea".

Para José Luis, después de haber ilustrado la novela gráfica El juego de la luna (Astiberri), ha supuesto un refrescante cambio de registro: "Acababa de terminar un tebeo más poético y profundo, bastante más de hecho, porque Walter el lobo es ligerísimo, es como un gazpacho en comparación con una enorme sopa que era El juego de la luna que había hecho justo antes con mi amigo, el guionista Enrique Bonet, un tebeo que me satisfizo enormemente y que fue muy bien acogido por crítica y público".

"Después de hacerlo me dije: “me estoy condenando a hacer cosas que tengan un sentido y que sean interesantes cuando a mí siempre me ha gustado el tebeo por el tebeo”, de la misma manera que existe la pintura por la pintura, es decir, ponerse a pintar y simplemente manchar el lienzo a la espera de que surja algo, a mí me gusta también en el tebeo hacer algo ligero, fresco, simplemente por el gusto de hacer tebeos. Y así fue como surgió Walter el lobo, una historieta que pueden disfrutar públicos de todas las edades…".

"Intento que el lector se lo pase bien"

Para Munuera lo fundamenteal es que "cualquier lector se lo pase bien leyéndolo. En general, como es un tebeo muy visual es fácil de entender por los críos pequeños. En los diálogos sí que he intentado que hubiera un poco más de chicha, algunas “coñicas” para los más mayores y que también encuentren su ración de diversión, que es de lo que se trata a fin de cuentas".

Habituado a dibujar para otros autores, esta es la primera vez que se encarga de dibujo y guión, aunque matiza: "No se puede decir que haya un guión propiamente dicho, es la primera vez que hago dibujo y “no guión”, es como una “jam session” permanente. Yo no sabía lo que iba a hacer cada día, me ponía delante de la página y hacía una al día con lo que fuera saliendo, no había un plan establecido, no había estructura ni había propiamente un guión, simplemente era una improvisación contínua".

Divertidos homenajes y parodias

En sus páginas encontramos sorprendentes homenajes y guiños: "Una de las cosas que quería hacer era rendir homenaje a los tebeos, a las películas y a los dibujos animados que me han hecho amar los tebeos. En el segundo capítulo hay un personaje que se llama Fairbanks, que es un zorro hambriento cuyo objetivo es comerse la comida que el bueno de Walter el lobo ha preparado ese día, y el nombre de Fairbanks obviamente remite a Douglas Fairbanks, el primer actor que representó en cine mudo el personaje de “El Zorro”

"Y creo que está bien traído -continúa Munuera- porque este segundo capítulo es el más “slapstick” de los tres que componen el volumen, el que se basa más en el humor físico, el de pegarse topetazos, que es el típico humor del cine mudo de principios del siglo pasado que también se realizaba improvisando mucho sobre la marcha, al igual que he hecho con el libro. Era un cine puramente visual y maravilloso".

"En el tercer episodio, obviamente hay referencias a El Señor de los Anillos porque se trata de una parodia específica, en la que utilizo algunos personajes que aparecen en el libro de Tolkien. ¡Y está bien traído! Porque ahora que van a estrenar El Hobbit ¡espero que un diez por ciento de los espectadores que vayan a ver la película compren mi tebeo con lo que seré multimillonario! (risas). Pero bueno, eso no lo sabía cuando estaba haciéndolo, que fue hace un par de años. En fin, que hay bastantes referencias que pueden divertir bastante a quien se entretenga en buscarlas".

"El humor es difícil de hacer"

El autor se encuentra igualmente a gusto en la novela gráfica como en el humor: "Me lo paso muy bien haciendo las dos cosas, cada una tiene una exigencia específica. Este tipo de historia de humor puro y duro es muy exigente, es muy difícil de ejecutar desde el punto de vista técnico o incluso creativo; es muy difícil hacer reír a alguien leyendo un tebeo. Parece una cosa obvia pero no lo es".

"Las obras de humor se suelen considerar obras menores en comparación con otras más serias o más reflexivas, y sin embargo desde el punto de vista de la ejecución, el puro trabajo, resultan tan duras de hacer, o más, que una novela gráfica. Yo me siento muy cómodo en ambos registros y espero poder seguir simultaneándolos, cada cosa me aporta algo diferente y un tipo de intención distinta".

De esta manera, Walter el lobo seguramente tendrá continuidad: "En principio, este año y el que viene tengo otros compromisos, pero espero poder sacar en el futuro más “tebeillos” de estos porque yo me lo paso de coña haciéndolos y espero que esa diversión que tengo mientras lo hago se transmita al lector".

Dinamismo y plasticidad

En su estilo, el dinamismo y la plasticidad son ingredientes fundamentales y menciona un nombre como referente principal: "Yo creo que el que más obviamente sale a relucir cuando se miran mis páginas, ya sea en este registro humorístico o en otros más realistas, es Uderzo, el dibujante de “Astérix y Obélix”. Pero tengo muchísimas referencias, a fin de cuentas el estilo es una especie de colación de una sopa referencial que uno se va forjando a lo largo de su vida, primero como lector y luego como autor, y el destilado de todas esas referencias es lo que se reconoce como el estilo de cada uno".

"En mi caso -afirma Munuera- hay de todo tipo, desde el dibujo animado, en el caso de “Walter” claramente inspirado en los dibujos animados de la Warner de Bugs Bunny, el Correcaminos, etc; los tebeos de humor tanto los españoles como los francobelgas, y también hay cosas del manga, del comic-book, en la forma de plantear algunas páginas, etc. Soy muy libérrimo a la hora de utilizar mis referencias".

Al igual que muchos dibujantes, combina el dibujo artesano con la tecnología: "El ordenador ha sido como una especie de milagro portentoso que Dios ha inventado para ayudarme a mí. Lo tengo clarísimo. El día en que se inventó el ordenador  estaban pensando en mí claramente. Y es una herramienta muy útil que utilizo sobre todo en la postproducción".

"El primer trabajo que hago es a mano, tanto el lápiz como la tinta son convencionales, y luego corrijo muchas cosas con el Photoshop y por supuesto el color se hace íntegramente en el ordenador. El color en este caso es de Christian Lerolle, un colorista francés con el que he trabajado mucho en obras de corte humorístico, que tiene un sentido del color muy desquiciado que creo que le va muy bien a este tipo de tebeo. ¡Un color muy de tebeo tebeo!"

Munuera tiene muy claro que el comic tiene un lenguaje específico que debe potenciarse: "Una de las ventajas que tiene el tebeo frente a otros medios como el dibujo animado, ahora que se hace por ordenador y últimamente tiene una tendencia hacia el hiperrealismo más obsesivo, es su carácter caricaturesco y de representación simbólica. Me interesa muchísimo esa faceta del dibujo. Incluso cuando hago tebeos más realistas intento siempre tirar hacia ese lado, porque creo que es una de las grandes fuerzas, uno de los elementos más potentes que tenemos en el tebeo para competir con otros medios: la caricatura, la plasticidad gráfica que te da el hecho de la caricatura en sí misma".

"Muchos dibujantes hemos tenido que emigrar profesionalmente"

A pesar de que en España no tenemos una industria del comic plenamente operativa como ocurre en Francia, a José Luis Munuera le entusiasma la plantilla de grandes autores patrios: El panorama historietístico español me encanta, creo que hay una riqueza brutal y un nivel grandísimo, tal como evidencia el reconocimiento de muchos autores españoles a nivel internacional. Pero industrialmente es todo lo contrario. No está a la par la creatividad con la industria montada, digamos que en España hay un “negociete” en torno al tebeo. Por eso muchos hemos tenido que emigrar profesionalmente al extranjero".

"En Francia es donde he hecho mi carrera, me han acogido muy bien y me siento muy cómodo trabajando con ellos; es un mercado que entiendo y que se corresponde muy bien con lo que me interesa como autor. También me gustaría producir directamente para el mercado español, pero dado que las cifras de ventas tienen una equivalencia como de uno a diez respecto al mercado francófono, y el avance sobre derechos de autor también tiene esa relación, profesionalmente es mucho más interesante trabajar para Francia y después ser traducido en España".

Con varios proyectos en su mesa de trabajo y varios trabajos aún sin publicar en nuestro país, como el divertido Merlin realizado junto a Joan Sfar. Ahora es el momento de descubrir a José Luis Munuera y a Walter el lobo, que con sus viñetas repletas de enloquecidas aventuras, nos proporcionarán divertidísimos momentos de lectura en estos tiempos en que la risa es tan necesaria.