La ciudad siria de Raqa, convertida por los yihadistas del grupo terrorista Estado Islámico en su capital, trata de levantarse de entre los escombros a los que ha quedado reducida por la guerra
La ciudad de Raqa ha pasado tres años bajo el yugo del Estado Islámico, que la convirtió en la capital de su autoproclamado califato.
El 80 % de la ciudad se encuentra destruido tras meses de guerra, en los que sufrió los bombardeos de la coalición internacional.