Isabel de Portugal siempre quiso volver a Granada. De hecho le promete a su hijo que la próxima vez que vaya a la ciudad en la que pasó su luna de miel con Carlos V le llevará. Lo que no imagina es que su promesa se va a cumplir de esta forma
Conscientes de que la vida de la empratriz corre peligro durante su nuevo embarazo, padre e hijo hablan del futuro. Carlos termina confesándole al futuro Felipe II que ahora que las fuerzas de Isabel de Portugal flaquean, él es su principal apoyo
¡Susto en la corte! Carlos V cae de su caballo y es arrastrado durante varios metros. Su vida peligra...¿estará Felipe preparado para asumir el gobierno del Imperio?