El puente peatonal tenía por objeto conectar unos edificios de apartamentos de estudiantes situados en el suburbio de Sweetwater, en los que viven cerca de 4.000 alumnos, con el campus principal de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
El puente, todavía en construcción, se desplomó por sobre la conocida Calle Ocho a la altura de la Avenida 109.
Bomberos y servicios de emergencia trabajando tras el derrumbe del puente, de 950 toneladas de peso, 53 metros de longitud y un presupuesto de 14,2 millones de dólares.