El primer final en alto de la Vuelta llega en Alcossebre

• La etapa, con perfil de serrucho, es óptima para el triunfo de la escapada
• En la subida final, a la ermita de Santa Lucía, los favoritos deberán dar la cara
• Etapa 5 Vuelta 2017 en directo, miércoles a las 14:45h. en Teledeporte y RTVE.es

Vuelta 2017 | Para ganar la quinta etapa hay que pasar por la Ermita de Santa Lucía

Puntos importantes de la etapa 5:

• Km. 23,8 Desierto de Las Palmas (2ª) 7,8 kms. al 4,8 %
• Km. 55,3 Alto de Cabanes (3ª) 7,3 kms. al 4,4 %
• Km. 87,6 Coll de la Bandereta (2ª) 4,6 kms. al 7,6 %
• Km. 125,2 Alto de la Serratella (2ª) 13,2 kms. al 3,7 %
• Km. 160,0 Alcalá de Chivert (Sprint Especial)
• Km. 175,7 Ermita de Santa Lucía (3ª) 3,4 kms. al 4,2 %

La localidad castellonense de Alcossebre ofrecerá en la quinta etapa el primer final en alto de la Vuelta a España 2017 que, sin ser de alta montaña, obligará a los favoritos a estar atentos. [Etapa 5 Vuelta 2017 en directo

La etapa se disputará íntegramente en la provincia de Castellón con salida en la localidad de Benicàssim y final en la ermita de Santa Lucía de Alcossebre con 175,7 kilómetros por un recorrido rompepiernas.

La etapa está catalogada de media montaña en la que los ciclistas afrontarán cinco puertos, no excesivamente duros, que jalonados en el itinerario servirán para desgastar fuerzas y que pueden servir para que alguno se deje más de un segundo en las rampas finales.

Los 3,4 últimos kilómetros de esta quinta etapa, la primera que se disputará en su totalidad por carreteras españolas, serán un duro ascenso a la Ermita de Santa Lucía del 10 por ciento de desnivel medio.

La Vuelta entra en fase de tensión

La 72ª Vuelta a España iniciará, con el final en Alcossebre (Castellón), un tramo de la carrera en el que la tensión de los ciclistas irá en aumento y que puede provocar que más de uno puede terminar diciendo adiós a sus aspiraciones de pelear por la victoria.

Todos los ciclistas saben que en los próximos días cualquier descuido que cometan pueden terminar pagándolo muy caro en forma de segundos perdidos y con ellos de opciones.

El Sky demostró en Andorra tener engrasada a su nivel máximo su potente maquinaria, esa que le permite llevar al límite de la asfixia a sus adversarios sin que sean capaces de tratar de contrarrestarlos.

El resultado para los hombres de negro fue inmejorable. Su líder Chris Froome se aupó al liderato y por segunda vez en su vida, se vistió de rojo. El sueño de ganar la Vuelta, en la que se ha quedado en tres ocasiones a un solo peldaño de lo más alto, empezó a tomar cuerpo en el británico de origen keniano, pero todavía falta mucha carrera. "Esto no ha hecho nada más que empezar", era la frase más repetida entre los mejores.

Ahora llega un tramo de cinco etapas, hasta la jornada de descanso del próximo lunes 28 de agosto, en el que el pelotón tiene asumido que no va a tener ningún respiro y que en cualquier recodo de la carretera se pueden encontrar una emboscada propicia para hacer saltar la sorpresa.

Junto a Froome, los ocho que cruzaron la meta en Andorra acompañándolo, Vincenzo Nibali (Bahrain), como ganador; David de la Cruz (Quick Step); Romain Bardet y Domenico Pozzovivo (AG2R); Esteban Chaves (Orica Scott); Fabio Aru (Astana) y Nicolas Roche y Tejay Van Garderen (BMC), se han convertido en los favoritos.

Todo este cóctel puede convertir las próximas jornadas, calificadas por la organización como media montaña, en una auténtica encerrona. No parece que nadie vaya a dejar sentenciada la carrera en los viajes de estos días, cuando la gran montaña de la Vuelta todavía no ha hecho acto de aparición, pero todos y cada uno de los aspirantes a la victoria final tienen asumido que en ellos pueden quedarse fuera de la pelea.

Las cinco etapas que tienen por delante, antes del día de descanso en tierras alicantinas, cuentan en sus itinerarios con constantes subidas y bajadas con tres finales en alto, la debutante ermita de Santa Lucía, el de Xorret de Catí del sábado, y el domingo el de la también primeriza Cumbre del Sol en la alicantina Benitatxell, con solo cuatro kilómetros de ascensión pero a una media del 9,1 % y con rampas por encima del 21 %.