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La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) cree que hay "claras deficiencias" en la eficacia de los entre 6.100 y 6.500 millones de euros que se gastan en España en políticas activas de empleo. Por eso, propone implementar herramientas de perfilado, incorporar la evaluación como práctica habitual y diseñar una estrategia que involucre a los agentes locales. Además, aboga por revisar el funcionamiento de los servicios públicos de empleo y cuestiona que se dedique un 40% del total a incentivos a la contratación.

Las personas inscritas en el Servicio Público de Empleo (SEPE) lo hacen casi siempre porque quieren cobrar el paro o porque necesitan ayuda para encontrar trabajo. Ellos son una parte de los parados que hay en España, pero no todos. Lo ideal es que el paro registrado baje porque esas personas ya han encontrado empleo. Pero puede ser por otras causas: también disminuye cuando alguien no renueva su demanda de empleo, sea por olvido o por desánimo, o porque se va a buscar trabajo a otro país. Así que un parado menos no siempre es un sinónimo de un empleo más.

Más de 90.000 personas dejaron de estar en las listas de los servicios públicos de empleo en el mes de abril, un descenso de casi el 3%. Aun así, el número de parados está por encima de los 3.100.000. En abril cayó el paro en prácticamente todos los sectores pero con especial intensidad en servicios: 81.000 parados menos, sobre todo por los contratos del turismo para Semana Santa.