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La protesta silenciosa establecida este lunes en la plaza Taksim de Estambul ha sido disuelta por la Policía turca, que ha cargado contra los cientos de personas concentradas de forma pacífica y silenciosa, de los cuales al menos una docena han sido detenidos, según ha podido comprobar Efe.

Varias decenas de policías han comenzado a presionar al resto de personas que se encontraban en la plaza e incluso hicieron el intento de detener a un periodista, al que finalmente dejaron ir.

Una pequeña multitud se había reunido en el lugar siguiendo el ejemplo de "El hombre de pie", un hombre que desde hacía seis horas permanecía inmóvil y en silencio con la mirada fija en las grandes banderas turcas que cubren un edificio en uno de los laterales de la plaza.

Además, en Ankara continúan las protestas y los enfrentamientos entre Policía y manifestantes, con los antidisturbios empleando con gases lacrimógenos y cañones de agua a presión.

El Gobierno turco ha amenazado con emplear a las Fuerzas Armadas para acabar con las protestas ciudadanas que sacuden el país si la actuación policial no es suficiente, el mismo día en el que varios sindicatos han hecho huelga y se han manifestado sin grandes incidentes.

El ministro turco de Interior, Muammer Güler, ha advertido que la huelga convocada este lunes por dos sindicatos como parte de las protestas que sacuden Turquía, es "ilegal", y ha amenazado con reprimirla.

Dos sindicatos y tres colegios profesionales han convocado este lunes huelga y manifestaciones en el país, tras el desalojo de la plaza Taksim y el parque Gezi, en Estambul, durante el fin de semana.

Estos dos lugares han sido los centros de la protesta contra el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, que se ha extendido por varias ciudades turcas.

La Confederación de Sindicatos del Sector Público (KESK), con 240.000 miembros, y la Confederación de Sindicatos Revolucionarios (DISK) han convocado huelga, a la que han anunciado que se suman doctores, ingenieros y dentistas.

Según la Asociación de Abogados de Estambul, que cita Reuters, en total la Policía detuvo a 441 personas el domingo.

Por su parte, la Asociación de Médicos Turcos, que representa al 80% de los profesionales, ha denununciado que la policía turca ha hecho un uso "salvaje" de los gases lacrimógenos para reprimir las protestas.

La tarde de hoy ha sido un pulso en las calles de Estambul entre los que protestan contra Erdogan y la policía, unos intentando concentrarse en la plaza de Taksim y los otros decididos a impedírselo. Y mientras tanto, en la misma ciudad, Erdogan se ha dado otro baño de masas.

En Turquía, en una decena de ciudades se ha vivido una noche de enfrentamientos entre policía y manifestantes. En Estambul, los desalojados del parque Gezi anoche por la fuerza no se dan por vencidos.

La policía ha vuelto a la plaza Taksim de Estambul con cañones de agua y gases lacrimógenos. Ha sido pocas horas después de que el primer ministro dijera en un mitin en Ankara que habría carga policial si los acampados no desalojaban el parque mañana.

La policía ha empezado a desalojar la céntrica plaza de Taksim en Estambul con cañones de agua y se prepara para entrar en el adyacente parque Gezi, ocupado desde hace más de dos semanas por miles de manifestantes antigubernamentales.

El primer ministro turco ha paralizado el proyecto urbanístico en el parque Gezi a la espera de una decisión judicial. Erdogan también ha asegurado que, incluso si los jueces dieran luz verde al plan que ha originado las protestas de estas semanas, convocará un referéndum. Una propuesta bien recibida por los representantes de las movilizaciones.

El Gobierno turco ha asegurado este viernes que no iniciará la urbanización del parque Gezi de Estambul hasta que los tribunales decidan si se paraliza la obra o no y que ha iniciado ya una investigación sobre la violencia policial ejercida durante las más de dos semanas de manifestaciones y protestas.

Incluso si los jueces dan vía libre al proyecto que implica la destrucción del parque, el Ejecutivo planea convocar un referendo, ha asegurado Hüseyin Celik, portavoz del AKP, el partido en el Gobierno, tras una reunión nocturna con representantes de los manifestantes.

El resultado del encuentro con el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, satisfizo a los delegados de la red Solidaridad con Taksim, que representa a los ciudadanos acampados desde hace dos semanas en el parque Gezi, cerca de la playa Taksim en Estambul.

En un breve comunicado, este colectivo ha dicho que Erdogan los había escuchado, asegurando que el parque no será tocado hasta la decisión judicial, que se convocaría un referendo y que ha comenzado una investigación sobre los responsables de los abusos durante la represión de las protestas.

Respecto a si se levantará la acampada que ocupa el parque, la red ha anunciado que este viernes por la tarde se celebrará una asamblea y que serán los manifestantes quienes decidan si terminan las protestas. "Reaccionaremos de forma positiva a esa actitud positiva (del Gobierno)" ha asegurado la red tras la reunión, que terminó a las 03.00 de la madrugada local.

El primer ministro turco advierte a los activistas que desalojen el parque y advierte que no puede esperara más. Mientras, los acampados en el parque Gezi de Estambul han reaccionado con escepticismo, casi con indiferencia, al doble mensaje de concordia y amenaza enviado por el Gobierno turco en apenas 24 horas para tratar de calmar las protestas que duran ya dos semanas.

Llenar la plaza Taksim y bloquear la entrada al parque porque se teme que lo desalojen por la fuerza en cualquier momento ha sido la respuesta inmediata a la oferta del gobierno turco de referéndum sobre el proyecto urbanístico. La prueba de que es ya más que una protesta ecológica es que un cántico habitual es pedir la dimisión del primer ministro, Tayip Erdogan.