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Menos de 24 horas después del atentado de Estambul, Turquía responde bombardeando desde el aire al Dáesh en Siria. Aviones no identificados mataron este lunes a tres destacados líderes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y a cinco combatientes en el norte de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El bombardeo se produjo en una carretera entre los pueblos de Sarmada y Bab al Haua, en la provincia de Idleb y a pocos kilómetros de la frontera entre Siria y Turquía, según un comunicado de la ONG.

La intervención de Turquía en la guerra de Siria, país con el que comparte una extensa frontera, ha recrudecido las represalias del Estado Islámico contra suelo e intereses turcos, así como de facciones extremistas. Este incremento del número de atentados se suma al ya enquistado conflicto que Ankara mantiene con los nacionalistas kurdos del PKK, origen de la mayoría de los ataques terroristas en Turquía. La escalada de violencia e inseguridad compromete la industria turística y otras actividades económicas, así como genera un estado de opinión crispado entre la población.

El autodenominado Estado Islámico ha reivindicado la autoría del atentado en Estambul de la pasada Nochevieja en el que 39 personas murieron asesinadas.  En un comunicado difundido a través de internet, el grupo terrorista afirma que el autor de la matanza, que sigue huido, es un "heroico soldado del califato" que "golpeó una de las más famosos discotecas donde los cristianos celebran su fiesta apóstata". En el texto, cuya veracidad no ha podido ser comprobada, se detalla que el terrorista usó granadas y una ametralladora y causó unas 150 víctimas entre muertos y heridos. El EI afirma que esta acción es en "venganza" por los bombardeos contra musulmanes que efectúa Turquía en territorio sirio, por lo que acusa al gobierno de Ankara de ser "servidor de la Cruz".

Turquía apoya a las facciones rebeldes en Siria y desde agosto pasado participa con carros de combate y aviones de guerra en una operación para combatir al EI en el norte del país vecino.  "Que el Gobierno apóstata de Turquía sepa que la sangre de los musulmanes que se está derramando por los bombardeos de sus aviones va a convertirse en fuego en su propia casa", se indica en el texto del grupo yihadista.