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La investigación oficial sobre el incendio que destruyó el pasado junio la torre residencial londinense Grenfell, en el que al menos 80 personas perdieron la vida, ha empezado este jueves en la capital británica. La pesquisa, a cargo del juez retirado Martin Moore-Bick, evaluará las causas del fuego y la forma en que se extendió, las regulaciones en materia de edificios altos y la respuesta de las autoridades locales del oeste de Londres, donde está la torre. También analizará el diseño, la construcción y la remodelación del edificio, cuando se añadió un revestimiento externo que al parecer tenía polietileno, altamente inflamable.

El incendio empezó por el fallo de un frigorífico en una de las plantas y se extendió con rapidez por los 24 pisos del edificio, formado en su mayoría por apartamentos de protección social. Moore-Bick, al dar comienzo a la investigación, aseguró que esta pesquisa "puede y dará respuestas" a la pregunta de cómo pudo ser que un incendio así ocurriera en el siglo XXI en Londres. El magistrado inició su labor en presencia de víctimas y vecinos de la torre, que se quejaron de la falta de respuestas inmediatas por parte de las autoridades locales para ayudar a los más de 400 residentes del edificio. El juez agregó que confía en que su trabajo pueda dar "algo de consuelo" a los afectados y reconoció la "ira y traición" que sienten los sobrevivientes, pero puntualizó que su objetivo es evaluar las pruebas con "calma". Moore-Bick subrayó que su misión es "llegar a la verdad con la ayuda de todos los que tengan pruebas relevantes que aportar. Es un proceso que debería ser esencialmente de cooperación".

"Sé que los últimos meses el mundo cambió para los que viven en North Kensington (donde está Grenfell) y que ex residentes de la torre y los vecinos sienten una gran sensación de ira y traición. Esto es totalmente natural y comprensible", añadió. "Pero si la investigación quiere conocer la verdad de lo ocurrido, debe buscar todas las pruebas y evaluarlas", recalcó.

Una masa de 130 toneladas de toallitas húmedas, pañales, aceite y otros deshechos bloquean un tramo del alcantarillado del este de Londres. Los operarios calculan que pueden tardar hasta un mes en limpiarlo. Las autoridades piden a los londinenses que tiren este tipo de residuos a la basura, y no por el inodoro.

La primera jornada de protesta contra la reforma laboral del presidente de FranciaEmmanuel Macron, ha movilizado este martes a centenares de miles de personas en el país, aunque no ha tenido la amplitud suficiente para doblegar la voluntad del Gobierno. Según el Ejecutivo, han salido a la calle unos 220.000 manifestantes. Por su lado, el sindicato CGT afirma que se han movilizado "más de 400.000 personas en toda Francia", según el líder de esta formación, Philippe Martínez.

Las protestas rechazan la flexibilización del mercado laboral que el Ejecutivo pretende aprobar por decreto el próximo día 22.  A pesar de los paros y disturbios registrados, la participación ha sido inferior a los 450.000 manifestantes registrados por CGT hace medio año en las huelgas convocadas contra una reforma más tibia, que finalmente sacó adelante el socialista François Hollande.

En esta ocasión, las acciones se han traducido en anulaciones de vuelos y retrasos en los trenes, pero no han creado la sensación de parálisis. La amplia victoria de Macron en las presidenciales de mayo pasado, refrendada en junio en las legislativas, con un programa en el que la reforma laboral figuraba entre uno de los puntos destacados, parece haber anestesiado en parte la contestación de la calle.

  • Es la primera huelga contra la reforma laboral por decreto de Macron
  • Según el sindicato CGT se han movilizado 400.000 personas
  • Según el Gobierno, han sido unos 220.000 los manifestantes este martes
  • Varias personas resultaron heridas en París
  • Las compañías aéreas "lowcost" han sufrido retrasos y cancelaciones de vuelos

El papa Francisco aseguró este lunes que, a pesar del odio que han generado tantos años de conflicto en Colombia, percibió "las ganas de seguir adelante en el proceso de paz", durante una rueda de prensa en el avión en el que regresó de ese país. Al respecto de la división del pueblo colombiano tras los acuerdos del Gobierno colombiano con las FARC, Francisco señaló que tras muchos años de guerrilla "se acumula mucho, mucho. Mucho odio, mucho rencor, mucha alma enferma. Y la enfermedad no es culpable, llega".

"Estas guerrillas, los paramilitares, la corrupción, cometieron pecados grandes que causaron esta enfermedad del odio", agregó el pontífice al contestar a una de las preguntas de los periodistas. Para el papa, "hay pasos que dan esperanza" y citó el último acuerdo de alto el fuego del Gobierno colombiano con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que agradeció mucho.

"Pero hay algo mas que yo percibí, las ganas de ir adelante con este proceso, que va mas allá de las negociaciones, es un deseo espontáneo y ahí esta la fuerza del pueblo", consideró. A otra de las preguntas, sobre la validez de este proceso de paz, Francisco contestó, como en la homilía de ayer en Cartagena con la que cerró el viaje, que "un proceso solo irá adelante si el pueblo lo acepta". "Si el pueblo no lo acepta, irá adelante solo por un tiempo, más o menos. El protagonista de la pacificación es el pueblo o solo se llegará hasta un cierto punto", agregó. Y aseguró que solo "cuando un pueblo toma el proceso en las manos puede terminar con la guerra".

También hubo tiempo para bromear sobre el golpe que sufrió en Cartagena de Indias, en Colombia, por el que tuvo un corte en una ceja y un hematoma en el pómulo cuando dijo: "Tengo el ojo como compota". Francisco le quitó hierro al asunto y dijo: "Fue solo un momento, fui allí para saludar a los niños, no vi el cristal y boom", relató.