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La noche temática - Pediatría de vanguardia

  • Las alergias alimenticias se han más que triplicado en los últimos 20 años
  • Emitimos "La cura de la alergia" y "Medicina y niños"
  • La medianoche del sábado 10 al domingo 11 de septiembre en La 2 y RTVE.es

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La noche temática - Medicina y niños

'La cura de la alergia'

Todos los públicos. La Noche Temática inicia su emisión con el documental “La cura de la alergia”, una producción canadiense de 2014 dirigida por Bruce Mohun, de 43 minutos de duración y producida por Dreamfilm. Uno de cada tres niños es alérgico a algo, ya sea un alimento, un animal o una planta.

'Medicina y niños'

Todos los públicos. La Noche Temática continúa su emisión con el documental “Medicina y niños”, una producción francesa de 2013 dirigida por Sandrine Mary, de 52 minutos de duración y producida por Grand Angle. Existen muy pocos medicamentos específicos para niños, la mayoría han sido concebidos para adultos y el pediatra procura adaptarlos.

Las alergias alimenticias se han multiplicado por más de tres en los últimos veinte años, alergias que pueden llegar a matar. Es indudablemente un problema con un componente genético. ¿Pero a qué se debe este aumento y qué se puede hacer para curarlas? Una de las preocupaciones que existen en pediatría es que no todos los medicamentos que se prescriben han sido necesariamente aprobados para uso en niños. La mayoría han sido concebidos para adultos y el pediatra procura adaptarlos. La próxima edición de La noche temática incluye los siguientes títulos: "La cura de la alergia" y "Medicina y niños".

La cura de la alergia

Uno de cada tres niños es alérgico a algo, ya sea un alimento, animal o planta. En Estados Unidos, los casos de alergia al cacahuete y los frutos secos se han triplicado desde 1997. La desensibilización es uno de los muchos programas que se están poniendo en práctica para curar las alergias. Un número cada vez mayor de niños en el mundo occidental y urbano de hoy lleva consigo una jeringuilla portátil con una dosis de adrenalina, para inyectársela en el muslo en caso de sufrir una reacción negativa.

La alergia es cosa de familia. Es, indudablemente, un problema con un componente genético. ¿Pero a qué se debe este aumento de veinte años a esta parte? Las alergias forman parte de la familia de las enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario ataca el organismo sin ningún motivo. Los niños suelen desarrollar reacciones alérgicas a los alimentos más comunes en su cultura. Por ejemplo, en Japón es frecuente la alergia al arroz, que raras veces se da en Estados Unidos. Y en Japón la alergia a la leche es rara, mientras que en Estados Unidos es frecuente.

Junto a la alergia a los frutos secos, el pescado, el marisco, la leche y los huevos son los más comunes. Para estos niños consumir estos alimentos les puede producir anafilaxia. Estos niños viven pegados a su autoinyector de adrenalina. A principios de los años 70, un pediatra canadiense, el doctor John Gerrard, descubrió que, en las comunidades rurales métis, la tasa de alergias infantiles era mucho menor que entre la población urbana. Barajó la hipótesis de que ello pudiera estar relacionado con la abundancia de gérmenes de su entorno rural, mientras que, en otras zonas del país, las campañas de salud pública habían logrado erradicar los gérmenes. Esta hipótesis recibió el nombre de “hipótesis de la higiene”, aunque este término es un tanto equívoco, porque sugiere que es una cuestión de higiene personal, cuando en realidad tiene más que ver con los animales y las plantas.

Los científicos están buscando respuestas a esta epidemia de alergia en los lugares más inesperados, como en los establos de una familia de granjeros Amish. Esta comunidad vive en el norte de Indiana, de origen suizo alemán, tienen un estilo de vida que apenas ha evolucionado en doscientos años. Hay una estrecha conexión entre los niños, los animales y los establos. Los Amish tienen la mitad de alergias que las familias de ganaderos lecheros alemanas. Hay un cuarenta y cinco por ciento de niños suizos que no viven en granjas y que tienen alergia, y sólo un ocho por ciento de niños Amish con alergia.

Mientras los alergólogos prueban, prudentemente, diferentes métodos de desensibilización, los inmunólogos especulan sobre las causas posibles de las alergias. A medida que mejora la salud de la población, parece que también aumentan las alergias.

Rodado en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, "La cura de la alergia" mira a las últimas investigaciones que intentan encontrar una cura a esta epidemia y destaca algunos descubrimientos médicos sorprendentes que son esperanzadores.

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Medicina y niños

Desde el mismo momento que el médico receta un medicamento, se enfrenta a un dilema. Existen muy pocos medicamentos específicos para niños, la mayoría han sido concebidos para adultos y el pediatra procura adaptarlos.

Si el medicamento cuenta con plena aprobación para uso pediátrico, la dosis correcta según la edad vendrá indicada en el prospecto. Pero, si no hay instrucciones, significa que el medicamento no está autorizado. En Francia, el sesenta por ciento de los medicamentos recetados están en esta situación. Los medicamentos no se adaptan adecuadamente a los niños en ningún lugar del mundo.

Desde 2007 en Europa y desde 1997 en Estados Unidos, las empresas farmacéuticas están obligadas a ensayar los nuevos medicamentos pediátricos en niños antes de sacarlos al mercado. Una de las principales dificultades de los ensayos pediátricos está en encontrar participantes.

Reagan es una niña que no está enferma, pero participa en un estudio sobre el funcionamiento de su hígado, seguirá sometiéndose dos veces al año a una batería de pruebas hasta que se convierta en adulta. Los investigadores sólo pueden realizar esta clase de estudio en sujetos voluntarios. La madre de Reagan cuenta que aunque no se beneficie directamente a la salud de su hija, es bueno para ella participar y ayudar a otros niños.

Una de las madres que aparece en el documental se sincera: "Reconozco que es fundamental para el avance de la medicina pero, ¿a costa de mi propia hija? Si solo se tratara de mí no diría que no, porque es mi cuerpo, pero en el de mi hija...".

Hishiro participa en un protocolo experimental. Tiene trece años y está aquejado de una enfermedad rara para la que no existe tratamiento. Su única esperanza reside en un ensayo clínico en el que su médico lo incluyó hace un año.

Para el doctor Liehnahar, "los ensayos clínicos en niños siempre son un tanto delicados, debido a los padres. ¿Es mi hijo al que van a tratar o no? ¿A qué riesgos le vamos a exponer? Pero sabemos muy bien que, en contadas situaciones, no habrá ningún progreso a menos que todos participen".

A partir de la nueva normativa, aires de cambio en el terreno de la investigación pediátrica recorren el mundo entero. Pero los efectos no se notarán hasta pasados varios años, porque se tarda más de diez en desarrollar un fármaco.

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