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Repor sigue a los abuelos en sus movilizaciones y luchas

Las batallas del abuelo

  • Los “viejos guerreros” han vuelto a tomar las calles
  • Los abuelos de Bellvitge llevan 3 meses encerrados en un ambulatorio

No quieren para sus nietos un mundo peor al que ellos han vivido

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Repor

“Las batallas del abuelo” se emite el próximo lunes 30 y 31 de enero en el canal 24 Horas y en La 1. Es un reportaje de Virginia Solà y Sara Boldú.

La generación de nuestros abuelos es la única que ha vivido la guerra, la posguerra, la dictadura y la democracia. A día de hoy, muchos de ellos siguen hoy al pie del cañón para reivindicar lo que creen justo. Algunos han vuelto a tomar las calles, se manifiestan, se encierran y se movilizan. La cámara de Repor sigue en este reportaje a algunos de esos “viejos guerreros” que en estos tiempos de recortes han vuelto a tomar las calles.

Bellvitge: Más de 3 meses encerrados en el centro de salud

Los ancianos de Bellvitge no piensan dejar su encierro hasta que la Generalitat de Catalunya reconsidere el cierre de uno de los ambulatorios de este populoso barrio de 35 mil habitantes. Algunos son octogenarios, y a pesar de los años y las incomodidades, pasan allí noches y días reivindicando la necesidad de ese ambulatorio.

La mayoría de los abuelos de Bellvitge tiene tras de sí un amplio curriculum de lucha vecinal. Llegaron a este barrio, en el área metropolitana de Barcelona, con las grandes oleadas migratorias de los años 60. Se encontraron con un barrio de aluvión, construido en mitad de ninguna parte. A base de peleas con políticos y policías fueron ellos los que consiguieron servicios tan básicos como el alcantarillado, el alumbrado o un apeadero para los trenes.

Los abuelos tiran del carro en los barrios populares

Otxarkoaga e Irala son dos barrios bilbaínos que como muchos otros barrios obreros sufren el paro, la crisis y la falta de servicios que las administraciones han ido cerrando. Pero el peor problema es que la juventud se ha ido y en Otxarkoaga además la marginalidad ha ido ganando terreno. Como Benjamín, es la gente mayor del barrio la que lleva el peso en la Asociación de Vecinos y les cuesta encontrar a gente joven a quien pasarle el testigo de sus reivindicaciones.

Perico Solabarría es uno de esos viejos guerreros. Luchó en la clandestinidad durante la dictadura, militó en la izquierda abertzale y encabezó la lucha obrera en la margen izquierda de Vizcaya. A día de hoy ha cumplido 83 años y sigue en activo en las asambleas de parados de su barrio o allí donde considere que se le necesita.

La crisis ha resucitado a viejos guerreros de la lucha vecinal como los que encabezan las reivindicaciones en el madrileño barrio de Aluche. Dicen que conocen como nadie los fantasmas de la estrechez y no quieren que la historia se repita, por eso han vuelto a tomar las calles, porque no consienten que sus nietos hereden un mundo peor al suyo.

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