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ENTREVISTA A JUANJO PUIGCORBÉ

"El Caso Wanninkhof puede ayudar a restituir el honor de Dolores Vázquez"

El actor que ya tiene 30 años de carrera a sus espaldas, protagonista de "Mi hermano del alma" y de la serie "Pepe Carvalho", entre otros muchos trabajos, es ahora Palacios, el abogado defensor de Victoria Álvarez en "El caso Wanninkhof". Aunque su papel equivale al del abogado defensor de Dolores Vázquez en la vida real, Pedro Apalategui, su interpretación se ha basado en sus propias percepciones y conocimiento del caso y no se ha ceñido a la personalidad real del letrado.

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Palacios es el abogado defensor de Victoria Álvarez en "El caso Wanninkhof"
Palacios es el abogado defensor de Victoria Álvarez en "El caso Wanninkhof"

Pregunta. ¿Cómo te has sentido en la piel de Palacios? ¿Cuáles son las principales características de este papel?

Juanjo Puigcorbé. El abogado defensor es una persona que cuando conoce la noticia y ve cómo se desarrolla, ya percibe que se está acusando a una persona sin pruebas. Se ofrece para defenderla y lo hace por altruismo, porque realmente no tiene interés económico, ni de ser conocido, ni famoso. En la vida real se llevaba muy bien con la acusada, he visto en un vídeo al personaje real, y parece ser una persona prudente, sensata, inteligente, que defiende la verdad con tesón. Descubrió irregularidades durante el juicio, irregularidades que denunció y finalmente se anuló.

P. ¿Has conocido a Pedro Apalategui? ¿Cómo te has preparado el papel?

J.P. Al abogado no lo he conocido, pero he tenido la valiosa ayuda de Luisa Martín, que estaba tan absolutamente empapada de la historia cuando yo llegué, que me puso al día de todo. Se podría decir que estaba poseída por el personaje, incluso físicamente tenían cierto parecido.

P. En la vida real Apalategui aceptó defender a Dolores Vázquez por creer que se estaba cometiendo una injusticia, ¿es eso lo que más te ha atraído del papel?

J. P. Mi personaje da mucha caña en cuanto al tema denuncia, los medios de comunicación fueron responsables de condenar a la persona antes ser juzgada, y en la investigación, parece ser que se metió la pata, porque debido a la presión de los medios se necesitaba encontrar un culpable. Cuando se ha demostrado su inocencia no se ha reconocido públicamente la metedura de pata. Por desgracia, en mi vida me he encontrado que cuando dicen una barbaridad de ti y contestas, la respuesta no tiene la repercusión que ha tenido la acusación. Este ha sido un caso muy célebre y esperemos que la gente lo vea a pesar de que hay mucha competencia en la audiencia.

P. ¿Entraña alguna dificultad representar a personas que existen en la vida real?

J.P. En el caso de los personajes del abogado defensor y de la acusada, estamos interpretando un personaje que puede tener una relación con la realidad, pero no necesariamente. Son personajes muy interesantes dramáticamente. En cambio, en el caso del asesino y de las víctimas, sí que se ha representado a las personas reales. En mi vida profesional he hecho unos cuatro o cinco papeles en los que interpretaba a personas que existen y que te pueden ver. Es un compromiso mucho más grande que en otra ficción, porque estás reflejando los sentimientos de una persona.

P. ¿Cómo crees que puede afectar en la vida real esta serie, basada en un tema tan delicado como el caso Wanninkhof?

J. P. En la vida real se le ha hecho un daño hecho irreparable a la persona acusada, porque los medios de comunicación la condenaron de antemano y después de haber sido declarada inocente, no se ha reconocido el error públicamente. No sabemos si Dolores Vázquez verá la serie, pero nos haría mucha ilusión, esperemos que ayude a que todo el mundo vea lo que ocurrió realmente y a que se le restituya su honor.

P. ¿Te sientes cómodo con papeles dramáticos como este?

J. P. Sí, en casos como este de películas de crímenes y juicios. Es muy interesante el desarrollo de lo que es un juicio, con los alegatos a favor y en contra de la persona acusada. Pero estamos muy influidos por la representación de los juicios de EEUU, que son distintos de los de aquí. En EEUU el fiscal y el defensor se pasean y en España están sentados, lo que es una lástima, porque le resta efecto dramático.

P. ¿Cómo ha sido trabajar con Luisa Martín?

J.P. A Luisa la conocía, aunque nunca había trabajado con ella. Me parece una persona encantadora, muy responsable, trabajadora y muy buena actriz. En "El Caso Wanninkhof" ha hecho un papelón extraordinario en un registro en el que tal vez no la conocía tanto.

P. Este año has rodado dos largos, Rivales y La Conjura de El Escorial y te hemos visto en numerosas series de televisión, ¿cómo has vivido estos diferentes trabajos? ¿Te gusta afrontar todo tipo de retos como actor?

J.P. Un actor tiene que hacer de todo. Aparte de actor, he sido guionista, he trabajado con óperas y ahora tengo ganas de dirigir una película. En mis 30 años de carrera he pasado por todos los géneros. Los 10 primeros años los dediqué al teatro, los 10 siguientes al cine y en algún momento, a la televisión, pero si tuviera que elegir un único género, elegiría el cine.

P. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

J.P. Puede que me surja la posibilidad de dirigir una película, ya que he formado un productora con dos socios más. Tenemos previsto desarrollar varios proyectos distintos, en televisión, cine y teatro, a pesar de que no sea el mejor momento en el mundo audiovisual.