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'El Convoy', del exilio a los campos de concentración nazis

  • Un cómic del guionista Denis Lapière y el dibujante Eduard Torrents
  • Cuenta la historia de los republicanos exiliados a Francia tras la guerra

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Fragmento de la portada de 'El Convoy'
Fragmento de la portada de 'El Convoy'

En 1939, tras la guerra civil, un millón de españoles buscaron refugio en Francia. Pero su destino no fue el que esperaban, ya que muchos fueron repatriados, otros malvivieron en los campos de internamiento franceses y los más desafortunados tuvieron el triste honor de inaugurar los campos de concentración nazis.

Juntado estas historias y la propia experiencia de su familia, Eduard Torrents ha creado, junto al guionista francés Denis Lapière, el cómic El Convoy (Norma), un homenaje a todas esas víctimas de la Guerra Civil. “Es una historia ficticia –asegura Torrents- basada en un contexto histórico muy real, el de las experiencias de los refugiados republicanos españoles que, tras la victoria de las fuerzas de Franco en la guerra civil, se vieron obligados a refugiarse en los campos de concentración franceses”.

“En concreto la historia sigue las peripecias de una familia, Manuel, Julia y Angelita, que se ven separados nada más cruzar la frontera -asegura el autor-. Julia y Angelita, que protagonizan la primera parte, son acogidas en el durísimo campo de Argelès, una simple agrupación de tiendas en la playa helada de Argelès-sur-mer. Manuel protagoniza la segunda parte. Es enviado al campo de Angulema, que tras la conquista alemana de Francia forma parte del territorio nazi. Los refugiados republicanos de Angulema serán los primeros prisioneros en inaugurar los nefastos campos de concentración nazis. Pero los destinos de nuestros protagonistas volverán a cruzarse”.

Un homenaje a los exiliados de la guerra civil

Torrents asegura que esta historia es “un homenaje a todos aquellos españoles que, huyendo de las represalias tras la guerra civil, se vieron abocados a un destino mucho peor. Es la historia de nuestros abuelos, una historia que por desgracia y a pesar de su relevancia no es suficientemente conocida, no forma parte del inconsciente colectivo. Pero además de por todo ello, si quise hacer este comic es básicamente porqué me parecía una pedazo de historia, con todos los elementos necesarios para hacer una gran saga”.

Un cómic que también se inspira en sus familiares, aunque el dibujante quiere dejar claro que: ”Este cómic no trata sobre la historia de mi familia. Ya hay otros excelentes cómics y libros narrados de esta manera, mi intención era otra. Como la mayoría de españoles, sin embargo, sí tengo familiares que vivieron experiencias traumáticas en la guerra civil y la posguerra”.

“En mi caso, como explico en los extras al final del comic, mi abuela materna cruzó con tan solo doce años los Pirineos por el valle de la Gela, en Jaca, para refugiarse en el pueblo francés de Aragnouet. Y mi tío abuelo fue uno de los refugiados acogidos en las playas de Argelès. Sus experiencias, como las de otros exiliados republicanos que he podido recopilar, inspiraron las peripecias que vive la familia protagonista. Quise, de alguna forma, recoger todas estas experiencias que vivieron los exiliados, incluyendo las de mi familia, y narrarlas siendo protagonizadas por una familia ficticia, y así convertirlo en una especie de relato universal con el que cualquiera pueda identificarse”.

De la derrota a la humillación

Pero… ¿qué les esperaba a los republicanos al llegar a Francia? “De entrada –asegura Torrents-, uno puede imaginarse lo duro que debe ser abandonar tu casa, tu ciudad, tu país, con tan solo aquello que puedas llevar encima. Un millón de ciudadanos españoles cruzaron la frontera esos días, la acogida en Francia no fue fácil. Las autoridades francesas se veían superadas, pero además hay que pensar en la situación política en la Francia de pre-guerra”.

“Los refugiados republicanos españoles –continúa el autor- se veían, por parte de muchos franceses, como un gran problema. Los campos de refugiados fueron una solución improvisada para acoger, pero también para contener a tantos exiliados, en territorios cerrados, alambrados y vigilados por gendarmes franceses y soldados argelinos. El campo de Argelès no era más que una zona cercada de playa en la que se hacinaban 65.000 refugiados, en tiendas improvisadas cavadas en la arena y sin las menores condiciones sanitarias”.

Lo curioso es que, siendo un proyecto tan personal, Eduard haya cedido el guión al gran guionista francés Denis Lapière (Un verano insolente, Destinos). “A Denis enseguida le encantó este proyecto, que yo había preparado para hacerlo enteramente, guión y dibujo –asegura Eduard-. Él me propuso involucrarse en el proyecto hasta el punto en que yo quisiera. Conociéndolo, y habiendo leído sus obras anteriores con Rubén Pellejero, supe enseguida que era la persona indicada para guionizar esta historia. Mi enfoque inicial era más documental, quería exponer de una forma más o menos fría los hechos que les acaecieron a los exiliados republicanos”.

“Denis –continúa- me propuso acercar la historia más al lector, narrarla de una forma menos fría, más visceral. Darle más importancia a los personajes, sin restar importancia a los hechos que viven. Así, creó el contexto en el que se narra la historia en 1975, el viaje de Montpellier a Barcelona en el que Angelita recuerda su infancia en los campos de exiliados, y el misterio familiar que está a punto de descubrir. Denis supo dar a los personajes verosimilitud y encanto con sus acertados diálogos y su forma de narrar que le da a la historia una intensidad creciente, con un punto de misterio que consigue enganchar al lector. Gracias a este proyecto he tenido la oportunidad de colaborar con un guionista tan prestigioso como él, y me siento orgulloso de ello”.

Una excelente documentación

Un cómic de esta envergadura necesitaba una concienzuda documentación. “Afortunadamente hay mucha documentación gráfica de la época –nos comenta Torrents-. Tanto de la Barcelona bombardeada por la aviación italiana, como del exilio y la posterior acogida los campos de Francia. Y por supuesto de los campos alemanes. Es imposible no mencionar a los fotógrafos Agustí Centelles y Francesc Boix que vivieron y documentaron para la posteridad sus experiencias en los campos. Por otra parte encontré un espléndido libro de fotografías sobre la batalla de la Bolsa de Bielsa, y el exilio de los refugiados en Aragón, que me ayudó mucho para conseguir la verosimilitud necesaria para el paso de los pirineos”.

“Para esta historia tenía claro que el dibujo debía ser "realista pero no en exceso" –continúa el dibujante-. Realista porqué quería que fuera creíble, que todos los objetos y personajes fueran verosímiles, y que el lector pudiera entrar en la historia de forma confortable. Pero tampoco quería un realismo fotográfico, puesto que las emociones son muy importantes en esta historia, y quería que los personajes pudieran expresarlas con naturalidad. Por ello opté por limpiar un poco mi estilo de dibujo, depurarlo ligeramente hacia la línea clara realista, con un estilo de dibujo en el que no primase la espectacularidad sino la facilidad de lectura, la legibilidad”.

El color también es un elemento narrativo más en el trabajo de Torrents: “Es primordial para la historia. Para mi era muy importante diferenciar las escenas narradas en presente, en los años 70, de las escenas narradas en flash-back en los años 40. Los tonos debían ser muy diferentes, contrastados. La elección del colorista no fue fácil, ya que quise mantener un cierto control en los tonos generales de cada escena. Marie Froidebise hizo un trabajo excelente, enseguida supo captar cuál era nuestra intención, y supo aplicar una gama de tonos muy delicada y adecuada a la intensidad emocional de cada página”.

Sus proyectos

Por último, el dibujante nos avanza sus proyectos: “Recientemente he terminado un cómic sobre Sherlock Holmes para la editorial Soleil. Forma parte de una nueva colección, llamada Holmes Society, guionizada por Sylvain Cordurié, que saldrá el próxmo agosto”. (El dibujante nos avanza unas viñetas en primicia).

“Y ahora mismo acabo de empezar un cómic que de alguna manera me devuelve a mis orígenes en el cómic histórico. Es un album, también en Soleil, ambientado en el renacimiento italiano, y que cuenta la vida de Lorenzo de Medici. Intrigas palaciegas, asesinatos y traiciones, en una historia guionizada por el novelista Olivier Peru. En paralelo a estos cómics para Soleil, sigo trabajando para Dupuis, la editorial que editó el Convoy, con una serie de novela negra ambientada en la Barcelona de la posguerra, guionizada por Denis Lapière y Gani Jakupi, y que dibujo a cuatro manos con el gran Rubén Pellejero. ¡Todo un placer y un privilegio!”.