'Documentos TV' estrena 'El humor como arma'

• Lunes 26 de enero, en La 2, a las 00.30 horas

Caricatura contra la guerra de Siria

'Documentos TV' estrena 'El humor como arma', una producción francesa que muestra cómo el humor empleado como arma de denuncia está revolucionando el convencional concepto de protesta. Se recurre al humor y a la sátira como instrumentos de lucha contra las multinacionales, los fanatismos religiosos o los regímenes autoritarios. El humor de combate, cuyas bromas no dejan indiferente a nadie, puede poner en peligro la vida de sus activistas.

Un nuevo género de militante ha surgido, se ha extendido por todas las culturas del mundo y está revolucionando el convencional concepto de protesta. Recurre a la ironía y a la sátira como instrumento de lucha contra las acciones de las multinacionales, los radicalismos religiosos o el autoritarismo político. Se trata del humor como arma.

Desde Estados Unidos hasta Europa, pasando por los Países Árabes y Asia, ya nadie puede escapar a este nuevo modo de protesta. En Suiza, unos activistas denuncian el secreto bancario, disfrazados de fregonas para limpiar el dinero sucio de los bancos; en China, un ciudadano se burla de la voracidad militar de su país, desfilando por Tiananmen con un misil de bronce en una carreta.

Estas son algunas de las acciones que se muestran en ‘El humor como arma’, una producción de 2014. Pero de diez años a esta parte, los que se llevan la palma son dos norteamericanos llamados los “Yes men”, quienes han materializado grandes montajes mediáticos para ensañarse con una de sus bestias negras, la multinacionales petroleras. “Cuando usurpamos la identidad de ciertas multinacionales, lo que pretendemos es mostrar las cosas buenas que podrían hacer esas empresas o por el contrario, exagerar su faceta oscura para denunciarla”, comenta uno de los activistas, hoy perseguido y apuntado en la lista de las personas más buscadas de algunos países.

Es el riesgo que conlleva este tipo de protesta. El humor de combate contra el lado oscuro de los más poderosos y cuyas bromas no dejan indiferente a nadie, puede poner en peligro las propias vidas de las personas que lo emplean como arma. Así le ocurrió al dibujante Alí Ferzat, a quien le fracturaron las muñecas y está amenazado de muerte por hacer caricaturas de Bashar Al Asad. “Voy a seguir mostrando la realidad de lo que está sucediendo en mi país, a través del humor negro y la caricatura”, asegura Raed Fares, otro sirio que ya ha sufrido represalias por sus sketches contra la guerra. “Si no pueden ayudarnos a vivir, al menos, ayúdennos a morir dignamente”.

Despertar al mundo, por medio de la risa para no morir en silencio, es el mensaje de lucha del humor de combate.