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Alejandro Sanz vive en el Wanda Metropolitano una noche memorable al calor de 55.000 almas

  • Es el primer cantante español que actúa en ese estadio, donde ha presentado su último álbum de estudio: #ElDisco
  • Pablo Alborán, Camila Cabello, Dani Martín y Sara Baras han sido los invitados sorpresa del concierto

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Concierto de Alejandro Sanz en Madrid
Alejandro Sanz durante el concierto que ha ofrecido en el Wanda Metropolitano.

"Gracias por esta noche que no voy a olvidar en mi vida", ha dicho a su público Alejandro Sanz después del intenso concierto que ha ofrecido este sábado en el Wanda Metropolitano, al que ha invitado a otros artistas como Pablo Alborán, Camila Cabello o Dani Martín para sellar una velada memorable al calor de 55.000 almas.

El madrileño, que se encargó de despedir a lo grande el Vicente Calderón, ha vuelto a hacer historia al convertirse en el primer cantante español en pisar las tablas de la nueva casa del Atlético de Madrid, donde ha desgranado el contenido de su último álbum -#ElDisco- sin olvidarse de avivar la llama de la nostalgia con buena parte de su clásico repertorio.

A la cita llega con todas las entradas vendidas -en tiempo récord, como es costumbre- y después de haber conseguido el Doble Disco de Platino con ese último trabajo.

Ha presentado su último trabajo

Enfundado en un traje negro, Sanz ha irrumpido en el escenario media hora más tarde de lo previsto para dar el pistoletazo de salida al concierto con el inagotable Hoy que no estás, seguido de uno de sus últimos alumbramientos, Azúcar en un bowl, una canción de aire funk que representa el punto atrevido de un álbum que ve la luz después de cuatro años de silencio musical.

Esa ha sido la pauta seguida por Sanz en el concierto: ir alternando sus éxitos con las nuevas composiciones, arropado por una banda paritaria compuesta por una docena de músicos con los que el cantante demuestra tener una fuerte complicidad.

Ante ellos un público muy variado, pero representado en su mayoría por una franja de edad que va de los 25 a los 50 años, es decir, los que posiblemente han vivido la trayectoria de Sanz desde sus inicios, cuando era aquel chaval de Moratalaz que ni siquiera podía soñar con una noche como esta.

Qué ganas tenia de que llegara esta noche. A veces pasa que recibes más de lo que das”, ha comentado el cantante antes de que sonaran los primeros acordes de Aquello que me diste. Y lo cierto es que tanto le dan sus fans que muchos de ellos habían acampado el pasado domingo en el exterior del estadio para asegurarse un buen sitio en la pista.

En el montaje, pensado para grandes espacios, destacan dos pasarelas que al unirse forman una letra "A" invertida. Ese es el símbolo del nuevo álbum y también de la gira, que antes de pasar por Madrid ha recalado en Sevilla y Barcelona.

Si bien este tercer encuentro se ha saldado con éxito, no todos los asistentes han podido disfrutar de él de la misma forma, ya que el sonido en la zona alta del estadio era deficiente y ha desencadenado algunas quejas. Hay quienes, incluso, han decidido marcharse al inicio del concierto y quienes han pedido a la organización ser reubicados en otra zona del recinto.

Sorpresas con nombre de artista

De lo que el respetable no ha tenido queja es de las sorpresas que Sanz ha ido desvelando a lo largo de las dos horas y media de concierto. La primera de ellas ha tenido como protagonista a Pablo Alborán, que se ha unido al anfitrión en Yo no tengo nada.

El show ha continuado en alto con un primer popurrí de éxitos que ha incluido El alma al aire y Regálame la silla donde te esperé, interpretadas junto a la bailaora Sara Baras.

También ha habido tiempo para que el ídolo presentara al público a su hijo Alexander, dedicara Capitán Tapón a su hijo Dylan y mostrara su compromiso con el medio ambiente mediante la proyección de un vídeo que invita a apoyar la campaña de Greenpeace para que Naciones Unidas apruebe un Tratado Global de los Océanos en el año 2020.

“Nos pasamos la vida buscando el paraíso y resulta que el paraíso lo tenemos aquí”, ha subrayado el cantante, que ha seguido con la animada Looking for paradise.

Los dos últimos regalos con nombre de artista han sido Dani Martín, junto al que ha interpretado Lo que fui es lo que soy, y Camila Cabello, con la que ha cantado a dúo una de las canciones más coreadas: Mi persona favorita.

Una "marea" de globos emociona al cantante

Otra de sus últimas composiciones, El trato, ha marcado quizá el momento más emotivo de la noche después de que el público lograra convertir el recinto en un mar de globos iluminados por las linternas de los móviles. Este gesto, organizado por el club de fans desde las redes sociales, ha emocionado al artista.

“Mi cicatriz en el alma se llama Madrid, pero es una cicatriz bonita, la de haber nacido aquí”, ha comentado el cantante, que después de enloquecer al público de la capital llevará su gira a Elche (21 de junio) y Santiago de Compostela (6 de julio) para continuarla después en Estados Unidos y México a partir de octubre.

El veterano del directo ha descartado esta vez algunas de sus canciones más representativas, como No es lo mismo o Cuando nadie me ve, pero ha ofrecido a los presentes otros himnos tan apreciados como Quisiera ser, ¿Y si fuera ella? o Amiga mía, tres de las últimas en sonar.

Para el final se ha guardado también la interpretación de ¿Lo ves? al piano, cuya letra y melodía convierten en un lugar íntimo cualquier estadio.

“Gracias por esta noche que no voy a olvidar en mi vida. Esta me la llevo para siempre”, ha dicho Sanz emocionado antes de coronar el encuentro con su eterno Corazón partío, el que evidencia que todos los caminos que transita el cantante -los de ayer y los de hoy- conducen al mismo punto: el aplauso de sus fieles.