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Palma de Mallorca volverá a llamarse solo Palma

  • El Parlamento balear cambia de nuevo el nombre oficial de la capital autonómica
  • Es la tercera vez desde 2008 que la ciudad palmesana cambia su topónimo
  • En el trasfondo, el respeto al nombre original romano o la diferenciación turística

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Catedral de Palma de Mallorca con embarcaciones amarradas en el puerto
Catedral de Palma de Mallorca con embarcaciones amarradas en el puerto.

El Parlament balear ha modificado este martes la Ley de Capitalidad para que Palma, sin el añadido "de Mallorca", sea el nombre oficial de la capital del archipiélago, lo que significa el tercer cambio de designación desde 2008.

El nombre de la capital autonómica recogido en el Estatuto de Autonomía es Palma, pero el Ayuntamiento de la ciudad empleaba Palma de Mallorca como nombre oficial hasta que en 2008, con un Govern de izquierdas, se aprobó la Ley de Capitalidad y se estableció como topónimo formal el que prescinde de la alusión a la isla.

En 2012, a instancias de un consistorio gobernado por el PP y con mayoría parlamentaria del mismo partido, se modificó la ley para establecer Palma de Mallorca como nombre oficial.

Actualmente, en 2016, con un pacto de izquierdas predominante en el Parlament y un gobierno municipal también de izquierdas, se ha vuelto a cambiar la ley para dejar Palma como nombre oficial con el rechazo del PP, los regionalistas de El Pi y Ciudadanos, que reclamaban que la ley contemplara el uso de "Palma de Mallorca" para la promoción turística de la ciudad.

Nombre histórico o 'con apellido' con finalidad turística

En el debate del cambio legal, promovido por el Ayuntamiento de Palma, los representantes de los grupos de izquierda han sostenido que Palma es el nombre histórico de la ciudad, como sostienen los principales expertos en toponimia -los romanos fundaron la ciudad con ese nombre en el siglo II antes de Cristo-, y han considerado "provinciano" el argumento de añadirle "de Mallorca" para evitar confusión con otros municipios y territorios.

Sin embargo, los portavoces de la oposición han criticado la obstinación de la mayoría en rechazar que la ley contemple el uso de Palma de Mallorca como designación oficial para la promoción turística de la capital y facilitar así su diferenciación de destinos como Las Palmas de Gran Canaria y La Palma.