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Massiel, Carlos Hipólito y Vicky Peña, unidos en el musical 'Follies' del Teatro Español

  • Mario Gas dirige este musical de Sondheim con 38 actores y 19 músicos
  • Massiel vuelve a los escenarios cantando 'I'm still here'

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Cualquier espectador que acuda desde este viernes a ver el estreno en España de Follies de Sondheim y Goldman (música/libreto), estrenado en Broadway en 1971 espera al menos dos cosas. La primera, plumas, lentejuelas, bailarines y escaleras de color. La segunda ver, en el Teatro Español, a actores como Carlos Hipólito y Vicky Peña cantar y bailar o asistir en directo al regreso a los escenarios de una cantante tan famosa (más allá de sus trabajos) como Massiel.

Hay que avisar que lo primero -glamour, plumas, lentejuelas, lujosas coreografías- se hace esperar y llega realmente en la última parte del espectáculo. Una segunda parte que es una sucesión sin descanso de piezas de bailes, números cómico-musicales y apotéosis varias.

La primera parte está más centrada en el argumento que no es nada del otro mundo y nos sirve para familiarizarnos con los personajes. Un empresario reúne en su teatro de revista -que va a ser derruido para construir un garage-a los artistas que décadas atras pasaron por él. Dos matrimonios-encarnados por Vicky Peña-Carlos Hipólito y Muntsa Rius-Pep Molina-recordarán el pasado (y el error de haberse equivocado de pareja).

Funciona muy bien en esa trama la utilización de cuatro actores jóvenes que encarnan a los protagonistas cuando eran jóvenes y que aparecen al fondo del escenario, reviviendo el pasado mientras el presente ( Peña-Hipólito o Rius-Molina) permanecen en primer plano. Los jóvenes no són son un mero reflejo sino que llega a producirse un diálogo entre personajes del pasado y presente.

Un espléndido y variopinto elenco

Cantar, hablar y bailar no es tarea fácil. Y Vicky Peña y Carlos Hipólito (en su caso, es la primera experiencia musical) lo hacen con soltura. No son los únicos. El público que asistió al segundo ensayo general este jueves quedó cautivado con la interpretación de Asunción Balaguer, en su papel de vieja corista. Está claro que los buenos actores (canten bien o mal) tienen recursos para resolver con gracias números musicales.

Mención especial merece el dúo cómico que intepreta otra entrañable dama de la escena, Mamen García junto a Lorenzo Valverde.

Otro caso es el de Massiel. Sorprende al principio, que tratándose de un musical, ella tenga un papel secundario; en realidad todos son secundarios salvo los cuatro protagonistas.

Pero resulta un acierto, y cuando ella intepreta su número en solitario ("yo sigo aquí", proclama en I'm still here) queda claro nunca podrá ser secundaria. Brilla con luz propia tanto en esta canción como en los diálogosde su personaje, Carlotta, una dama alegre y casquivana, que le va como anillo a dedo a la cantante. E incluso resulta mucho más natural que la pareja Rius-Molina.

Y aunque, hay momentos más planos -en que uno se pregunta por qué Mario Gas eligió este musical y no otro- el resultado final es que el espectador encuentra, aunque sea un poco tarde, plumas-lentejuelas, escalera roja e incluso bailarinas ligera de vestuario. No le decepcionan los intérpretes más conocidos. Y sale del teatro, con un optimismo que nos hace pensar : "ha valido la pena"