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Ofensiva diplomática de Occidente y la Liga Árabe para que la ONU vote la salida de Asad

  • Hague y Juppé se dirigirán al Consejo de Seguridad para apoyar el plan árabe
  • Rusia propone una cumbre entre el régimen y la oposición en Moscú
  • La resolución puede contar con el apoyo de 10 miembros del Consejo

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Occidente y la Liga Árabe han lanzado una ofensiva diplomática para forzar al Consejo de Seguridad de la ONU a votar el proyecto de resolución en la ONU sobre Siria patrocinado por la Liga Árabe que contempla la salida de Bachar al Asad del poder, pese a la resistencia de Moscú que puede verse obligado a recurrir al veto.

Fuentes diplomáticas citadas por Reuters y Afp han manifestado que este proyecto de resolución podría contar con el apoyo de 10 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad. "El equilibrio ha cambiado en el Consejo de Seguridad", ha manifestado una fuente diplomática citada por Afp.

"Los nuevos miembros no permanentes del Consejo de Seguridad están convencidos de la necesidad de una resolución", han manifestado las mismas fuentes diplomáticas. Entres estos países se encuentran  desde enero de 2012 Marruecos, Togo, Guatemala, Pakistán, Azerbaiyán .

La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, ha apelado este lunes al Consejo de Seguridad a poner fin a la violencia en el país árabe. "El Consejo de Seguridad debe actuar para dejar en claro que al régimen sirio que la comunidad internacional considera sus acciones como una amenaza a la paz y la seguridad", ha dicho.

Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, también han manifestado que Al Asad ha perdido el control de su país, que su caída es inevitable y que "se tiene que ir", informa Reuters.

Otros apoyos a la resolución

El texto de resolución lo apoyan también varios miembros permanentes del Consejo, entre los que se encuentran Francia, Reino Unido y Alemania. En este sentido, los ministros de Exteriores de Francia y Reino Unido, Alain Juppé y William Hague, que acudirán a Nueva York para apoyar esta resolución inspirada en la hoja de ruta presentada por la Liga Árabe que contempla la salida del poder del presidente sirio y la formación de un gobierno de unidad nacional.

“Es hora de que la comunidad internacional se una mediante la adopción de una resolución del Consejo de Naciones Unidas esta semana para dejar claro al presidente Bachar al Asad y su régimen que la matanza debe parar”, ha manifestado un portavoz del ministerio de Exteriores británico.

"Hay que hacer todo lo posible por poner fin a la espiral de violencia", ha señalado un portavoz del ministerio francés."Ya es hora de que el Consejo de Seguridad pueda actuar para contribuir a la solución de esta crisis", ha añadido.

A esta ofensiva también se une el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Araby, que también estará en Nueva York el martes para reunirse con los representantes del Consejo de Seguridad para buscar apoyos al proyecto de resolución.

'Contraprogramación' de Rusia

Por su parte, Rusia ha reafirmado este lunes que votarán en contra del proyecto porque lo considera "inaceptable", algo que ya manifestó el pasado viernes .

"Rusia y China votaron en contra del proyecto de resolución propuesto en octubre por nuestros colegas occidentales, que contenía un patrón de acuerdo inaceptable. El proyecto actual no está lejos de aquella versión  y, por supuesto, no lo podemos apoyar ", ha dicho el viceministro ruso de Ministro de Relaciones Exteriores, Gennady Gatilov, en unas declaraciones citadas por la agencia de noticias Interfax.

"Este documento no es equilibrado y (...) se abre la puerta a la injerencia en los asuntos de Siria", ha añadido. De llegar a votarse el proyecto, Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad y con derecho a veto, que podría verse obligado a utilizarlo.

Ante esta ofensiva diplomática, el Kremlin ha tratado de retrasar la votación  ‘contraprogramando’ las iniciativas de Occidente y la Liga Árabe, que ha retirado los observadoresb de Siria,  con la convocatoria de una cumbre en Moscú entre el régimen sirio y la oposición. Fuentes de la Cancillería rusa han asegurado que el régimen sirio de Bachar al Asad ha aceptado la invitación para negociar con la oposición en Moscú.

"Ya hemos recibido una respuesta positiva por parte de las autoridades sirias. Esperamos que la oposición también de su visto bueno en los próximos días, poniendo los intereses del pueblo sirio por encima de cualquier otra consideración", señala una nota oficial de Moscú, según las agencias rusas.

Sin embargo, el Presidente del opositor Consejo Nacional Sirio, Burhan  Ghalioun, ha descartado este lunes cualquier negociación con el régimen  sirio antes de que el presidente Bashar al Assad abandone el poder. "La  renuncia de Assad es una condición previa para cualquier negociación  sobre la transición a un gobierno democrático en Siria ".

La propuesta rusa establece que el Gobierno sirio y la oposición envíen "a sus representantes a Moscú en unos plazos consensuados por ambas partes para la celebración de contactos informales sin condiciones previas". La nota rusa insiste en que los representantes sirios podrán abordar cualquier asunto sin limitación de ninguna clase, incluido el inicio del diálogo nacional propuesto por la Liga Árabe.

El diálogo es crucial para "el éxito de las profundas reformas democráticas" impulsadas por el régimen de Asad, criticado por la comunidad internacional por la represión violenta de la oposición, según Moscú. Rusia está dispuesta a contribuir "al arreglo del conflicto por los mismos sirios a través de medios pacíficos, sin injerencia exterior y respetando la soberanía siria", señala.

La votación en el Consejo de Seguridad

Además, Rusia ha declarado que quiere estudiar las recomendaciones de los observadores árabes antes de discutir el plan de la liga para la salida de Asad en un intento por retrasar una posible votación. El viceministro de Exteriores ruso, Gennady Gatilov, ha subrayado: "Sería lógico, considerando la complejidad del asunto, que los miembros del Consejo de Seguridad puedan estudiar las recomendaciones y las conclusiones de la misión de observadores en detalle".

"Solo después de eso sería posible tener una debate sustancial sobre el tema en el Consejo", ha añadido.

Los términos vienen recogidos en el proyecto de resolución que ha presentado donde defiende que los opositores deben compartir la culpa del baño de sangre y que se debe evitar cualquier intervención militar al estilo de lo ocurrido en Libia.

Rusia ya vetó el pasado mes de octubre junto a China una resolución que condenaba al régimen de Asad, que es su principal socio militar en Oriente Medio.