Episodio 7

Paloma, agobiada por la soledad, busca consuelo en su antiguo barrio donde se prepara una verbena para el fin de semana, a la que Marcelino la invita a acudir. Vemos cómo empieza a hacer mella en ella un incipiente deseo de ser madre. Consuelo se queda muy tocada tras oír un sermón en la Iglesia sobre las parejas adúlteras. La portera de la casa informa al párroco de que Consuelo y Mario 'viven en pecado'. El malestar de la pareja se acentúa ante el creciente vacío que sienten en el barrio. Pelayo, como miembro de la comisión de festejos de la plaza, visita a Loreto y le pide que contrate un anuncio de la fábrica en el programa. A pesar de que Pelayo la anima a darse una vuelta por la verbena, Loreto declina acudir. A Pelayo le apena comprobar que ha elegido el encierro como forma de vida. Tras la bronca del concurso de radio, Pablo y Elisa van acercando posiciones hasta reconciliarse de nuevo. Ernesto defiende a Elisa y causa en ella una honda impresión.