Me acerco al bar Dueñas del centro de Sevilla porque todos los miércoles aquí se reúne un grupo de mujeres, de todas las edades, que comparten una pasión. Tejer y tejer. No se conocían antes pero esta afición les ha unido y ahora no faltan a la cita ni en los días de tormenta y lluvia como hoy. Reunirse para ellas es mucho más que juntarse para tejer.
Aquí comparten su gran afición, mientras hablan, comparten sus problemas y juntas buscan soluciones también. Es su terapia, reconocen entre risas. También reivindican que tejer no es de abuelas porque en el grupo hay mujeres de todas las edades, y la mayoría están entre los 30 y los 40 años. Y todas son mujeres solidarias porque con las agujas y la lana dan calor a las familias que lo necesitan, una manta o lo que sea cuando toca.
