En primera persona   Una niña sorda 'desatendida' deja las clases 24/03/2015 23:50

Esta niña se llama Natalia, es sorda,  tiene 10 años y cursa quinto de primaria en el colegio concertado El Buen Pastor de Sevilla pero desde hace ya demasiado tiempo estudia en casa y no asiste a la clase por prescripción médica. Sufre ansiedad y no quiere ir al colegio porque en cuestión de días dejó de tener a la intérprete de lenguaje de signos que le estuvo ayudando durante los últimos 7 años y que su madre pagaba regularmente hasta que se quedó en paro. Entonces reclamó al colegio que cumpliera con su deber de una escuela inclusiva y que los recursos que desde la Junta de Andalucía se le ceden para cubrir este tipo de necesidades, se utilizarán también para Natalia. Pero el director del centro se negó alegando falta de recursos. Y ahí empieza una situación de desconcierto, sobre todo para Natalia. Su madre, María José, está acostumbrada a lidiar con las instituciones y a reclamar derechos pero no se esperaba que el colegio discriminara a su hija de esta manera.  

Entonces el centro pone a una intérprete de signos, que no es la que acompañana a Natalia desde los tres años , durante unas horas a la semana. Y el resto del tiempo la niña tiene a una pedagoga que no domina el lenguaje de signos. Y, cuenta su madre, para Natalia resultaba "una locura". Pero mejor escuchamos a su madre y al equipo que está adaptando a marchas forzadas los materiales de estudio para que la pequeña no pierda los exámenes.

Una situación que afecta a Natalia porque, además de la ansiedad, está sola estudiando y no puede compartir con sus amigas y compañeras de clase el día a día como le corresponde en el marco de una enseñanza inclusiva.

 

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