Tras dos decepcionantes ausencias de Carlos, Isabel por fin se encuentra en persona con el Emperador, aunque no sin dudas sobre si aceptar definitivamente su mano o si volver a Portugal.
Tras salirse con la suya, el rey de Francia se desposa con Leonor, la hermana del Emperador; sin embargo, no podrá consumar su tan deseado matrimonio hasta que cumpla con todo lo prometido en el acuerdo con Castilla.
Tras un primer encuentro algo extraño para Isabel, llega el momento más esperado: su primer beso con Carlos, quien le asegura que ya está enamorado de ella.