Escena de la vida cotidiana en el campo de desplazados internos ubicado en el solar del "Nuevo palacio del Emir", en Anka.
Dos niños se lavan en el patio de un edificio abandonado en Anka. En este refugio improvisado no hay agua potable y faltan todo tipo de instalaciones sanitarias.
Aisha A., de 50 años, lleva cuatro viviendo en el pasillo a cielo abierto de uno de los edificios en ruinas de Anka. Ha tratado de cerrar algunas de las ventanas con barro para protegerse de las inclemencias del tiempo.