Los tanques soviéticos -marcados con la cruz de pintura blanca para diferenciarse de los checoslovacos- rodean la sede central del Partido Comunista de Checoslovaquia.
Un soldado soviético se asoma desde el interior de un tanque sobre el que los manifestantes checoslovacos ha marcado una cruz gamada, símbolo del régimen nazi alemán. Durante las protestas contra la ocupación del país centroeuropeo fueron muy habituales los gritos que la comparaban con la represión nazi como "Gestapo" o "fascistas".
Una joven interpela a los soldados soviéticos subidos en un tanque.