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El Sevilla mancha su currículo europeo

Por
El Sevilla deberá esperar (1-0)

Ficha técnica:

1 - Unirea Urziceni: Arlauskis; Bordeanu, Maftei, Galamaz, Brandán; Varga (Semedo, m.88), Frunza (Tiberiu Balan, m.64), Mehmedovic, Ricardo Vilana (Paduretu, m.92+), Apostol; y Bilasco.

0 - Sevilla FC.: Javi Varas; Konko, Sergio Sánchez, Dragutinovic, Fernando Navarro; Jesús Navas, Zokora, Lolo (Renato, m.62), Diego Capel (Luis Fabiano, m.62); Kanouté y Negredo (Perotti, m.70).

Gol: 1-0. m.44, Dragutinovic, en propia puerta.

Árbitro: Tom Henning Ovrebo (Noruega). Mostró tarjeta amarilla a Ricardo Vilana (m.23), Apostol (m.49), Jesús Navas (m.52), Galamaz (m.75), Maftei (m.82),

Incidencias: Partido disputado en el estadio "Ghencea", de Bucarest, ante unos 15.000 espectadores. Terreno en deficientes condiciones y noche fría (unos cuatro grados).

El Sevilla no ha sido capaz de seguir con su racha impecable en Europa y ha perdido por la mínima ante los rumanos del Unirea Urciceni (1-0). Un gol en propia meta de Dragutinovic en el último minuto de la primera mitad ha sido suficiente para que en el currículo hispalens aparezca una mancha, aunque de poca importancia.

Afortunadamente los sevillistas siguen dependiendo de sí mismos para ser primeros del Grupo G. Manolo Jiménez optó por dejar en el banquillo a jugadores fundamentales como Luis Fabiano o Perotti ya que tenía la clasificaicón asegurada y prefirió darles descanso. Pero la jugada le salió mal, y es que se ha notado demasiado la ausencia de ambos desde el comienzo del partido.

Ya en la segunda mitad, el técnico del Sevilla ha intentado arreglar el error y dio entrada a Luis Fabiano y Perotti, pero fue demasiado tarde y el el Sevilla se llevó la primera derrota en la presente Liga de Campeones.

Los chicos de Jiménez comenzaron el partido sin dejar dudas de por qué son los primeros de su grupo. El contriol de los hispalenses era total. Navas se convirtió en hombre más peligroso de la primera mitad, los rumanos no podían parar sus arremetidas por la banda derecha.

La primera ocasión del Sevilla llegó de un gran centro de Navas, que remató Kanouté al poste izquierdo del guardameta rumano. Se llevaban disputados pocos minutos y esa oportunidad hacía presagiar otra noche mágica de los hispalenses.

Los chicos de Jiménez seguían llegando a las inmediaciones de Arlauskis con mucha frecuencia. Tras la primera ocasión, Negredo se aprovechó de un error en la salida del portero rumanao para rematar de cabeza un balón suelto que volvió a estrellarse en la madera.

Los rumanos eran conscientes de la importancia de puntura e incluso intentar la victoria para disputarse la segunda plaza del grupo en la próxima jornada ante el Stuttgart. Por eso, los chicos de Petrescu decidieron encerrarse y salir al contraataque para hacer daño al Sevilla.

Conforme se llegaba al final de la primera mitad, el Unirea empezó a apretar a los hispalenses, que empezaban a verse superados al contragolpe. Cuando faltaba apenas segundos para el final, el árbitro Tom Henning se confundió y pitó una falta en favor de los rumanos.

De esa jugada llegó el único tanto del encuentro, Ricardo Gómez puso el balón al área y Drago se marcó de cabeza en propia meta al intentar despejar el esférico. Javi Varas no pudo hacer nada por evitar el primer y único tanto.

El Sevilla no puede remontar el gol

La segunda mitad empezó con los rumanos echándose sobre la portería de Varas. Las continuas arremetidas de los chicos de Petrescu eran cada vez más peligrosas y el segundo gol estaba más cerca que el empate del Sevilla.

Dos ocasiones clarísimas del unirea bastaron para que Jiménez desistiera en su intento de dar descanso a los 'titularísimos' y decidió por fin dar entrada a sus dos hombre más peligrosos, Perotti y Luis Fabiano.

La entrada de ambos en el terreno de juego cambió radicalmente la pobre imagen que hasta entonces estaba dando el Sevilla ante los aficionados rumanos. El joven argentino se hizo dueño y señor de la banda izquierda, los rumanos sóo pudían pararle en falta.

El Sevilla empezó a dar una mejor imagen, pero el gol se resistía. Los minutos pasaban y los intentos fallidos de los hispalenes eran continuos. De hecho la mejor ocasión de la segunda mitad llegó en los instantes finales, un balón que Arlan paró a Konko en un mano a mano.

Tras cinco minutos de descuento, el colegiado pusó fin a la primera mancha del Sevilla en la Champions, a pesar de la derrota a los hispalenes les valé con un empate en la última jornada para ser primeros de su grupo.