Nuestra intuición falla con el azar

Al jugar a la lotería, hay números que nos despiertan más confianza que otros. Por ejemplo, pocos jugarían al 03.333. Y si al lanzar una moneda al aire nos salen 4 caras seguidas, pensamos que la próxima, con toda probabilidad, será una cruz. Pero nuestra intuición falla estrepitosamente con el azar. Es lo que se conoce como "la falacia del jugador". Racionalmente sabemos que un suceso aleatorio tiene siempre las mismas probabilidades de ocurrir. Pero con los números no podemos evitar confiar en nuestras corazonadas.