Esta semana la actriz Eva Varela se oculta bajo la piel de nuestro mirón para diseminar con su voz las palabras del escritor polaco Witold Gombrowicz. Exploramos un fragmento que aparece en su novela 'Ferdydurke' (publicada por Seix Barral) y considerada una de las obras maestras del modernismo europeo. Despega la nave voyeur.
Texto:
Cuanto más penetro, exploro y digiero, con tanta mayor claridad veo que en realidad el sufrimiento directriz y básico no es otro sino, según creo, sencillamente la congoja de la mala forma, del exterior malo, el tormento de la fraseología, de la morisqueta, de la mueca, de la facha; sí, he aquí la fuente, el manantial, el origen, y desde aquí fluyen armónicamente, sin ninguna excepción, todos los demás, sufrimientos, locuras y aflicciones. Pero quizá habría que subrayar más bien que el primordial y fundamental sufrimiento no es otra cosa sino el dolor nacido de la limitación del hombre por el hombre; es decir, del hecho de que nos ahogamos y estrangulamos en la estrecha y rígida concepción que de nosotros tienen las demás personas. O quizá en la base de la obra se encuentra la capital y mortal tortura
del verdor infrahumano, de los pimpollos, hojitas, botones
o la tortura del desarrollo no-desarrollado
o quizá el dolor de la forma no formada
o el pesar de ser creado, en nuestro yo, por otros hombres
el sufrimiento de la violación física y psíquica
la tortura de dinamizantes tensiones interhumanas
la curva tortura, todavía no aclarada del todo, del desvío psíquico
la molestia marginal de la luxación psíquica y la pifia psíquica
la incesante pena de la traición y la disonancia
el sufrimiento automático del mecanismo y el automatismo
el sufrimiento simétrico de la analogía y el analógico sufrimiento de la simetría
la analítica tortura de la síntesis y la sintética tortura del análisis
o, a lo mejor, el sufrimiento de las partes del cuerpo y de la perturbación referente a la jerarquía entre los miembros sueltos
aflicción del infantilismo benigno
del culito, de la pedagogía, del escolarismo
de la inocencia e ingenuidad inconsolables
del alejamiento de la realidad
de la quimera, ilusión, divagación, ficción
del idealismo superior
del idealismo inferior, burdo y rinconal
de los sueños de segundo orden
o quizá el tormento asombroso del achicamiento,
empequeñecimiento
tortura del candidato eterno
de la aspiración
del aprendizaje interminable
o quizá, sencillamente, la tortura de esforzarse por superarse más allá de sus propias fuerzas y la consiguiente tortura del nopodermiento general y particular
erosión de la superioridad
sufrimiento de despreciar
sufrimiento de la poesía superior e inferior
la tortura sorda del estancamiento psíquico
tormento torcido de lo torcido, de la cogida desleal e
incorrecta
o, más bien, la congoja de la edad en su sentido general y particular
tortura del anacronismo
tortura del modernismo
sufrimiento a causa de la formación de nuevas capas sociales
dolor de los semicultos
dolor de los incultos
dolor de los cultos
o quizá, sencillamente, la tortura de la indecencia microculta
el dolor de la estupidez
de la sabiduría
de la fealdad
de las hermosuras, encantos, hechizos
o puede ser, el sufrimiento de la mortal lógica y consecuencia en la tontería
desconsuelo de recitar
la desesperación de imitar
el aburridor tormento del aburrimiento y del repetir siempre lo mismo
o, posiblemente, la hipomaniacal tortura hipomaniacal
la indecible tristeza de lo indecible
la tristeza de la no-sublimación
el dolor del dedo
de la uña
de la muela
de la oreja
la tortura de la espantosa interdependencia, del mutuo delimitamiento, de la compenetración recíproca de todas las torturas y todas las partes y, además, el sufrimiento de ciento cincuenta y seis mil trescientos veinticuatro y medio otros dolores sin contar a las mujeres y los niños.
Libro: Ferdydurke
Autor: Witold Gombrowicz
Editorial: Seix Barral
Interpretación y voz: Eva Varela Lasheras
Música: Lisi Búa