Los héroes olvidados del 98

El 3 de julio de 1898 la escuadra del almirante Cervera, obligado por el gobierno español, sale a la bahía de Santiago de Cuba para enfrentarse a la flota estadounidense. El almirante sabe que se dirige a un combate desigual en que los buques de guerra de Estados Unidos, mucho más modernos, hunden a los barcos españoles sin apenas esfuerzo. Es el final del imperio español, el principio de la independencia cubana y el nacimiento del poderío estadounidense, que se robustecerá a lo largo del naciente siglo.

Un conjunto de arqueólogos y geólogos españoles tratan ahora de descubrir los restos de los marinos españoles que murieron allí y permanecen enterrados en las playas de Cuba, al objeto de restituir el honor de unos hombres que fueron empujados a una lucha desigual y una derrota segura, y devolver sus cadáveres al país por el que sucumbieron.