A mesa puesta - Avance

Casi la mitad de los españoles pide comida a domicilio una vez a la semana. Impulsado por la falta de tiempo, los nuevos hábitos y las pocas de ganas de entrar en la cocina, el negocio de la demanda de platos preparados y de entrega inmediata se ha disparado en nuestro país. Mil millones de euros al año se mueven en los fogones de las empresas que alimentan el sector. Han rebasado los límites de la pizza y del menú chino del sábado noche para dar salida a todo tipo de alimentos. Boquerones fritos, comida vegana, pisto o merluza en salsa, menús semanales o pescado crudo, todo cabe en un negocio en el que la mitad de los pedidos se hace por internet, que está siendo utilizado en zonas rurales y despobladas para dar empleo a mujeres en paro, y que en grandes ciudades muchos emplean para sacar un salario extra.