Esto es ingeniería   Descontaminación con plantas 16/06/2019 05:49

Hay plantas que tienen la capacidad de acumular o transformar las sustancias tóxicas presentes en el suelo o en el agua y limpiar los ambientes contaminados. Se conocen unas 400 especies. La mayoría son muy comunes, como el girasol (para el uranio) y el álamo (para el níquel, el cadmio o el zinc), en una lista donde figuran la alfalfa, la mostaza, el tomate, la calabaza o el sauce. Este proceso de limpieza ambiental se conoce como fitorremediación. Las sustancias toxicas pueden llegar al medio a través de accidentes, como por ejemplo, un vertido de crudo; pueden ser fruto de la actividad humana como sucede con los desechos industriales, o incluso, pueden aparecer por la propia actividad geológica, como ocurre con la presencia de determinados niveles de arsénico en las aguas subterráneas. Según José Alberto Pardos, ingeniero de montes y miembro de la Real Academia de Ingeniería, las plantas toman por las raíces el agua y los nutrientes y, de esta forma, extraen del suelo los contaminantes. Según la planta y el tipo de sustancia, pueden almacenarse en las raíces, tallos y hojas, o transformarse en sustancias menos perjudiciales que se liberan al exterior. Más allá de la fitorremediación, estos vegetales también pueden ser empleados en la restauración de suelos muy contaminados, hostiles para otras plantas. El futuro es prometedor y se espera que la ingeniería genética pueda mejorar la capacidad de estas plantas y transformar a otras en "limpiadoras a medida" para cada una de las situaciones.

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