Mujeres malditas   Dolores Ibárruri: minera y madre 03/06/2014 14:03

Dolores nace en 1895 en la localidad vizcaína de Gallarta en una familia minera, pobre y numerosa. Serán precisamente esa extracción obrera, junto a su condición de madre, las que marcarán toda su vida.

Acude a la escuela hasta los 15 años. Después comienza a servir, a pesar de su deseo de ser maestra, un sueño que sus padres consideran demasiado ambicioso. Con 21 años se casa con Julían Ruiz, un minero activo militante socialista y comprometido en la lucha sindical. 

Se convierte en asídua de la biblioteca del pueblo. Su compromiso con las ideas socialistas es cada vez mayor, y en 1921 comienza a militar en el recien fundado partido comunista. Ese cambio de vida coincide con la dolorosa experiencia de enfrentarse a la muerte de Eva, una de sus hijas. Ya había enterrado a Esther, y poco después perderá a dos de sus trillizas, Azucena y Amagoya. Hacia 1930 sólo sobreviven dos de sus seis hijos. Entonces, comienza una vida dedicada a la lucha por un mundo mejor.

Ya en Madrid, a partir de 1934, su tarea se extiende y profundiza, sobre todo con los sectores mas pobres y marginados. Dolores alcanza, poco a poco, la catergoría de mito. Cuando estalla la Guerra Civil, su papel es fundamental. Es entonces cuando se forja su historia de amor con Francisco Antón, la historia que ambos saben sin futuro. 

En marzo del 39, sale de España en barco con destino a Marsella. En abril, viaja a la URSS. En septiembre de 1942, su único hijo varón, Rubén, muere en la defensa de Stalingrado. Nunca llega a superarlo. 

En la década de los 70 retoma con fuerza su lucha, nunca abandonada, por regresar a España. No lo consigue hasta el 13 de mayo de 1977. Tiene 82 años y hace 38 que está lejos de su patria. 

 

Mujeres malditas
Más opciones