Hoy entramos en un lugar dónde no es fácil entrar y menos compartir. Un centro de menores infractores de justicia juvenil que están pagando por los delitos cometidos. Se llama La Jara, tiene 28 plazas y son sólo varones. En Andalucía hay otro centro específico para niñas y uno de drogodependencia mixto.
Yo he estado en La Jara de la Fundación Diagrama para ver cómo funciona. He hablado con los educadores, los chicos que están cumpliendo alguna medida judicial y todo el equipo técnico. Fue una jornada intensa que escucharemos a lo largo de la semana.
Porque vale la pena visibilizar el trabajo que se realiza entre esos muros, hablar con los chavales y ver las carencias tan grandes con las que han crecido o participar de su día a día. Es una realidad muy invisible y desconocida la que se vive en estos centros. Y esta semana tenemos la oportunidad de escucharles a todos en primera persona.
