Hacer radio desde Lekaroz es un regalo. Esa España vacía, de la que hablan, está más llena que nunca: de caballos salvajes, de vacas con memoria, de piedras que hablan de viejas civilizaciones, de cascadas (xorroxin), de vidrieras modernistas, de ríos llenos de nenúfares, de molinos, de cuevas, de casas centenarias (Arraioz, la más bella de todas), de chimeneas, de mariposas (pinpilinpauxa, quizás la más hermosas de todas las palabras en euskera), de cabras, ciervos, cigüeñas negras.... viejos caminos que vienen de Europa y llegan hasta Finisterre.
Hoy estuve hablando con José, el último guardés de Bértiz. Jamás quiso ser guarda, que él era y se siente jardinero. El gobierno navarro heredó el señorío de Ziga y Dorotea y le propuso que volviera al oficio de su padre, con escopeta al hombro y placa en la zamarra... Pero jamás se vio así. Es el que más sabe de una de las tierras más hermosas de Navarra.
