El oído atentoCon los cinco sentidos26/10/2013
Pasamos de la nariz y el paladar a la vista. De la vista nos quedamos por ahora con una paleta de colores difusos. Schoenberg, en sus revolucionarias piezas para orquesta de 1909 (hace casi cien años), intercala una pieza central de tres minutos en la que plasma un único acorde: cinco notas que se mueven por los instrumentos cambiando de color. Sólo 5 notas, parecen muchas más. La pieza se llama "Colores" o "Mañana de verano sobre el lago".