El segundo elepé de Jarka llegó en 1972. Tiene clara vocación de jazz moderno. Jorsi Sabates sigue al frente, componiendo y tocando piano y teclados. Renueva el grupo, salvo el bajista Alfonso de Lucas a quien se añaden Daniel Somoza a la guitarra eléctrica y Tom Furgal a la batería, así como Rafael Garcia a la guitarra acústica. Es un gran disco que tuvo un fracaso total por estar alejado de la moda imperante. Hay una pieza anecdótica al final, Woody's rag de Woody Guthrie donde Xavier Batlles toca la mandolina eléctrica. También en Esquizofeenia aparece el saxo de Paul Stocker. Lo oímos entero.
El debut de Ia & Batista tuvo mejores críticas que ventas. Se le comparó con el Dioptria I de Pau Riba, porque es un disco anárquico y campestre. No responde a un estilo único sino que combina lo bucólico con el rock desmadrado. Es por tanto fruto de su época. Hay magníficos juegos vocales y estupendos arreglos para cuerda y metales de Lluis Cusidó. Cuando aparece la guitarra eléctrica la toca Max Sunye, que ese año estuvo muy activo. La coda final de Sleeping Song es fenomenal y el crescendo de Morrisong también. Uno de los más intrépidos y menos conocidos discos de aquél año.