El ingreso en prisión de Pablo Hasél ha incendiado las calles y el rapero se ha convertido para algunos en un símbolo de la libertad de expresión. Pero ¿qué ha hecho exactamente? En su historial tiene varios procesos judiciales. En 2014 la Audiencia Nacional le condenó a dos años de cárcel por hacer apología del terrorismo de ETA o los Grapo, pero no entró en prisión porque no tenía antecedentes, como sí ha ocurrido ahora.
Ha quedado visto para sentencia el juicio por los atentados de La Rambla de Barcelona y de Cambrils en agosto de 2017. Para los dos principales acusados, la Fiscalía pide 41 y 36 años de prisión. Mientras tanto, muchas dudas quedan aún por resolver.
El juez que investiga los contratos de Podemos con la consultora Neurona ha imputado a Juan Carlos Monedero. El cofundador del partido tendrá que declarar el 15 de marzo aunque el magistrado no indica por qué delitos. El juez sospecha que Monedero cobró de forma irregular 26.000 euros de la consultora. Se basa en un informe policial que ponía la lupa en una factura que podría ser falsa, según los investigadores.
La Fiscalía de Madrid cree que podría existir un delito de odio en los insultos y "proclamas antisemitas" que se vertieron el pasado sábado en un homenaje a la División Azul en la región y por eso ha abierto una investigación al respecto.
Según informa la Fiscalía en un comunicado, el ministerio público ha incoado unas diligencias de oficio para investigar lo ocurrido en ese acto, donde una joven habló del judío como "el enemigo" y el "culpable", algo que en los últimos días está causando numerosas críticas en las redes sociales.
Foto: EFE/Víctor Lerena
Los Mossos han detenido al rapero Pablo Rivadulla Duró, conocido como Pablo Hasel, en la Universidad de Lleida, en una operación en la que han participado decenas de agentes, después de que la Audiencia Nacional ordenara su detención tras haber rechazado suspender la ejecución de la condena a nueve meses de cárcel por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y a las fuerzas de seguridad a través de comentarios en redes sociales.
Su condena a nueve meses por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona ha encendido el debate sobre los límites de la libertad de expresión.
