Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Se cumplen diez años del terremoto que sacudió la región italiana de los Abruzos y devastó su capital, L´Aquila. Diez años después de aquel terremoto y tras un desembolso de emergencia de 18.000 millones de euros, la ciudad continúa el proceso de reconstrucción. Aunque se han recuperado muchos edificios históricos, 10.000 personas siguen desalojadas, a la espera de volver a sus casas.

El terremoto de Haiti de 2010 ha sido uno de los peores desastres naturales de la Historia moderna. Los efectos en el país más pobre de América Latina fueron devastadores. Fallecieron 316.000 personas, 350.000 quedaron heridas y un millón y medio de personas quedaron sin hogar según cifras oficiales. El mundo se volcó con la catástrofe y se envió mucha ayuda aunque siempre se ha criticado la falta de organización. Nueve años después de la tragedia la situación no ha mejorado especialmente en el país que sigue en vías de recuperación y reconstrucción.

En Indonesia, se eleva la alerta por erupción del volcán Anak Krakatoa, el responsable del tsunami que el pasado sábado golpeó el estrecho de Sonda. Ha pasado del nivel dos al tres, en una escala que llega hasta el cuatro. Se ha ampliado el radio de exclusión a su alrededor y la orden es que nadie se acerque a menos de cinco kilómetros. El gobierno ha desviado, además, todos los vuelos que pasen por su entorno porque el cráter sigue escupiendo ceniza. El maremoto le ha costado la vida a, al menos, 430 personas. En el Archipiélago continúan buscando supervivientes a la desesperada y bajo pésimas condiciones meteorológicas.

¿Por qué la erupción de un volcán termina provocando un tsunami y por qué en el caso de Indonesia no se pudo predecir? Los expertos han explicado a TVE cómo funciona la red de alertas. Coinciden en que es muy difícil prever un movimiento de tierras submarino. "Tenemos dos cosas: ausencia de sismicidad para producir esta alerta y al mismo tiempo poco tiempo para generar esta alerta", ha explicado Roger Urgeles del Instituto de Ciencias del Mar.

El mundo despierta con la mirada puesta en Indonesia y en el balance de víctimas del tsunami que ha asolado gran parte de los territorios comprendidos entre las islas de Java y Sumatra. Las autoridades cifran en 281 los fallecidos en este desastre y en más de 1.000 los heridos. 57 personas permanecen a esta hora desaparecidas. Ahora, cabe preguntarse, ¿por qué en países como Indonesia suceden de forma más o menos recurrente este tipo de catástrofes?

La tierra ha vuelto a temblar en la localidad murciana de Lorca, donde un terremoto de magnitud 3,5 se ha registrado en el sureste del término municipal. En 2011, un terremoto dejó nueve víctimas mortales en este municipio.

Radio 5 ha entrevistado a Juan Miguel Bayonas, concejal de Emergencias de Lorca, que ha asegurado que el seísmo se ha notado mucho pero que no hay constancia de que se hayan producido daños personales ni materiales.

Bayonas ha realizado un llamamiento a la calma y ha asegurado que Lorca "tebemos que convivir con los terremotos" porque la localidad está en el epicentro de una falla pero que la ciudad está preparada para ello.

Al menos 5.000 personas están desaparecidas en Indonesia tras el terremoto y tsunami que sacudieron hace nueve días la isla de Célebes, donde el balance de muertos por el desastre ha aumentado a 1.763 y el de heridos graves a 2.632, según han informado este domingo fuentes oficiales. El desastre, además, ha dejado a unas 62.000 personas desplazadas. Los trabajos para recuperar los cuerpos de las víctimas en la isla pararán el próximo jueves, según han anunciado las autoridades del país.

  • El seísmo se sintió en la capital haitiana, en otras ciudades del sur del país y en varios puntos de la República Dominicana
  • El 12 de enero de 2010 un terremoto de magnitud 7 causó más de 300.000 muertes y unos 1,5 millones de damnificados

Cinco días después del tsunami, los habitantes de la ciudad costera de Palu tratan de recuperar la normalidad, después de que el agua se llevara a sus seres queridos y arrasara con todo a su paso. La gran mayoría de las víctimas pertenece a esta ciudad de la provincia de Célebes Central y con una población de unos 350.000 habitantes, y el resto provienen del vecino distrito de Donggala y partes de Sigi y Parigi Moutong.