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El fin de semana conocíamos la noticia sobre el nuevo decreto que prohíbe a las mujeres afganas aparecer en público sin cubrirse el rostro, una más de las múltiples restricciones impuestas ya por los talibanes. Atifa es una refugiada afgana que reside en España desde agosto de 2021 y ha explicado en Las Mañanas de RNE que huyó de su país porque se encontraba en peligro "como todas las mujeres independientes". Señala que las mujeres han luchado durante más de 20 años "para poder ser una población prometedora" y que ahora se han convertido en "esclavas" en sus propias casas: "Son almas muertas en cuerpos vivos", indica.

María José Rodríguez Becenas es abogada y colabora con múltiples ONGs, y destaca la dificultad que está habiendo para sacar del país a las miles de mujeres que llevan desde agosto esperando a que se tramite su caso. Indica que "está siendo un goteo" y señala la necesidad de apoyo a las embajadas de Irán y Pakistán para que puedan llegar a atender todas las solicitudes de asilo.

Los talibanes obligan a las afganas a cubrir su rostro en público y recomiendan el uso del velo integral, una media que se suma a las ya incluidas en el nuevo decreto que han publicado. Guillaume Bontoux ha hablado con la que fue la primera vicepresidenta del Parlamento afgano, Fawzia Koofi: “Lo hacen porque quieren impedir que las mujeres progresen”, ha señalado a RNE. Además, advierte de las consecuencias del decreto para la vida diaria de las mujeres afganas, quienes verán incrementada la violencia de género y los crímenes de honor.

Los talibanes han decretado el uso obligatorio del burka en lugares públicos para todas las mujeres y niñas en Afganistán, una medida que se suma a la larga lista de restricciones contra las afganas desde que los fundamentalistas tomaron el control del país a mediados de agosto de 2021. Las activistas denuncian silencio y abandono internacional. Foto: Una mujer afgana camina vestida con un burka en Kandahar. EFE/EPA/STRINGER

Los talibanes han decretado este sábado el uso obligatorio del burka en lugares públicos para todas las mujeres y niñas en Afganistán. El portavoz de los talibanes ha reconocido que el 99% de las mujeres en Afganistán ya llevan hiyab, pero ahora será obligatorio e insisten en el uso del burka, que cubre toda la cara y no solo la cabeza y el cuello. El nuevo decreto de los talibanes amenaza con despedir a las mujeres que trabajen para el gobierno y no usen el velo. También están obligados a llevarlo las hijas o esposas de los trabajadores del régimen y en caso de no cumplir, suspenderán a sus familiares de empleo.

Informa Mónica Marhuenda

Más de medio año después del regreso de los talibanes al poder, las adolescentes afganas siguen sin poder ir a la escuela. Ahora, el régimen talibán da un paso más en la represión a la mujer: las niñas no podrán jugar con los niños en los parques infantiles. En Kabul, la organización de mujeres por la paz y la libertad ha pedido apoyo a la comunidad internacional.

Foto: Una niña regresa del colegio en Kabul (REUTERS/Zohra Bensemra)

La jugadora de baloncesto en silla de ruedas afgana Latifa Sakhizadeh ha llegado a España junto a su amiga Arazo y su hermano Mohammed gracias a una cadena solidaria. Lafita se ha mostrado contenta y agradecida, y ha explicado cómo el régimen taliban ha cambiado su vida: "Mi vida antes era muy buena, pero cuando los talibanes atacaron Kabul, mi vida cambió por completo". Lafita espera que en España pueda volver a jugar al baloncesto y estudiar, algo que el régimen talibán prohíbe a las mujeres.

Se han cumplido seis meses desde que los talibanes tomaron el poder en Afganistán y desde que las mujeres y niñas perdieron todos los derechos y libertades que consiguieron hace años, que quedaron reducidos a nada. María José Rodríguez, abogada, y Helena Ancos, doctora en derecho y consultora, son colaboradoras de European Network of Migrant Women, de la Asociación Europea de Mujeres Juristas y de otras ONG como Fourteen Lawyers. Han contado en Las Mañanas de RNE con Íñigo Alfonso la situación de muchas mujeres que consiguieron huir de Afganistán y que esperan la respuesta de las embajadas. En Abu Dabi hay más de 2.500 personas que resisten en campos de refugiados, en condiciones muy precarias, ya que la acogida de estas familias supone un proceso legal lento, que empieza con una serie de entrevistas para comprobar la identidad de estas personas y su situación de riesgo.

Helena es madrina de una de estas familias. “Queremos ser una mano amiga en España, son personas que vienen sin nada, con lo puesto, que tienen que empezar de cero, con mucho dolor y desesperanza. Nuestro trabajo es complementario de las ONG y nuestro propósito es proporcionarles apoyo en sus necesidades día a día”, expresa Helena. De esta forma encuentran alivio y una sensación de esperanza a la hora de poder rehacer su vida e integrarse en España.

Las que no pudieron huir del país llevan meses encerradas en sus casas, escondidas y sin poder recuperar la vida que tenían. María José recibe cartas de algunas de estas mujeres, que le cuentan que en el país no hay orden ni justicia y le transmiten asesinatos constantemente que no salen en los medios de comunicación. Se trata de familias que ya estaban amenazadas, mujeres viudas con maridos que fueron asesinados por los talibanes, jóvenes con niños pequeños. Para ellas, la posibilidad de alcanzar la frontera con Pakistán es imposible.

Se cumplen 6 meses de la llegada al poder de los talibanes en Afganistán, cuando miles de ciudadanos tuvieron que abandonar sus hogares para huir de las amenazas. Hoy hablamos en Las Mañanas de RNE con Ali Hussein, uno de los 2.000 refugiados que se encuentran en nuestro país y que huyó junto a su mujer y sus cuatro hijos: “Todos los que trabajábamos con fuerzas internacionales íbamos a ser detenidos e iban a hacer con nosotros lo que querían”, explica Ali, quien ejerció como traductor para el ejército español.

Ali relata como tuvieron que acceder de madrugada al aeropuerto asediado por los talibanes y como, tras un largo viaje con parada en Estambul, lograron llegar a Madrid. “Mis hijos todavía lloran cuando llamamos a nuestra familia”, comenta Hussain, quien dice no desearle a nadie tener que pasar por la experiencia de abandonar su país y a sus seres queridos.

“No podemos quedarnos sentados, estamos obligados a cambiar, a empezar una nueva vida”, añade este traductor, que se encuentra en búsqueda activa de trabajo para poder sacar a su familia adelante. Agradece también la ayuda de las Fuerzas españolas, así como el buen trato que tanto él como su familia están recibiendo, y espera que en unos meses "mejore la situación de todos".

Medio año después de la llegada de los talibanes al poder en Afganistán, reabre sus puertas la universidad más grande de Kabul. Esta universidad se suma a otras que han abierto este mes, por lo que algunas universitarias afganas podrán volver a clase, aunque lo hacen con sentimientos encontrados, entre alegría y desconfianza. Las condiciones de esta vuelta a clase son estrictas, ya que será obligatorio llevar velo y las mujeres estarán separadas de los hombres. Por el miedo a los talibanes o la dificultad de poder pagar las tasas universitarias, las clases se mantienen con pocos estudiantes.

Fazela es una viuda afgana que el pasado mes de agosto huyó de su país en compañía de sus cuatro hijos para alejarse del terror talibán que le había amenazado de muerte por ser una mujer rtrabajadora. Llegó a España y finalmente ha recalado en Aoiz.En esta localidad navarra rehace su vida, aunque en su cabeza hay grabadas imágenes que nunca conseguirá olvidar.

Han pasadoseis meses desde la caída de Kabul a manos de los talibanes. El equipo de TVE desplazado en la zona ha vuelto a los lugares que fueron imagen de portada aquellos días. El aeropuerto, escenario dramático por aquel entonces, es ahora un sitio tranquilo, aunque la mayoría de afganos no dispone de un pasaporte vigente para abandonar el país. En la fachada de la embajada estadounidense luce una pintada de la bandera del emirato islámico y en los bancos encontramos largas colas de gente intentando sacar dinero en efectivo. El límite es 200€ a la semana. Las mujeres, por su parte, siguen siendouno de los principales objetivos de los talibanes y cada vez son más las leyes que restringen sus libertades.

Foto: Wakil KOHSAR / AFP

Seis meses después de la toma del poder por los talibanes, Guillaume Bontoux, desde Kabul, nos muestra la realidad que están viviendo las niñas y mujeres afganas: borradas de la vida pública, sin trabajo y muchas de ellas privadas de educación. Pese a todo, también hay mujeres que desafían al régimen, luchando por sus derechos, aun siendo conscientes del peligro que corren. 

Las mujeres afganas han visto recortados sus derechos desde la vuelta de los talibanes. Algunas han decidido seguir protestando pese al peligro. Algunas como Munisa, Shabana y Zakia, que nos reciben en nuestra visita a Kabul. "Ninguna de las promesas hacía las mujeres que hicieron cuando volvieron a controlar el país se ha puesto en marcha. Las repiten, las comentan en los medios, pero no las ponen en marcha. No podemos trabajar, no podemos ir a la universidad. Si quieres a estudiar, tienes que ponerte un burka" lamentan. Ellas son las protagonistas de este reportaje de los enviados especiales de RNE a Kabul, Luis Montero (sonido) y Guillaume Bontoux.