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Los príncipes Guillermo y Enrique se han reencontrado este sábado durante el funeral de su abuelo, Felipe de Edimburgo. Es la primera ocasión en la que se ha visto juntos de nuevo a los hijos de del príncipe Carlos y Diana de Gales, después de que el año pasado Enrique anunciara, junto con su esposa Meghan, -ausente del evento por estar embarazada- que abandonaban sus funciones como miembros de la realeza para residir en Estados Unidos.
 

Foto: Los príncipes Guillermo y Enrique en el funeral de Felipe de Edimburgo. Alastair Grant / AFP

Solo los más allegados, 30 personas, han podido asistir al funeral del marido de Isabel II, muy reducido para la monarca que no ha podido ofrecer a Felipe de Edimburgo la despedfida que ella hubiera querido.

Corresponsal en Londres, Sara Alonso

El funeral por el duque de Edimburgo, consorte de la reina Isabel II, se ha celebrado este sábado en la capilla de San Jorge, adyacente al Castillo de Windsor, tras un minuto de silencio en su memoria. El coche fúnebre, un vehículo híbrido customizado por el mismo duque, llegó al templo flanqueado por representantes de diferentes regimientos militares y seguido por sus cuatro hijos en primera línea, tras una procesión de unos 15 minutos desde el castillo, antes de comenzar la ceremonia, con solo 30 invitados.

FOTO: Isabel II observa la llegada del féretro de su marido, Felipe de Edimburgo, al interior de la capilla de San Jorge. Jonathan Brady/Pool via REUTERS

El de Felipe de Edimburgo será un funeral muy diferente a lo que hemos visto ahora en la familia real británica. No será multitudinario como el de Diana de Gales o el de la Reina Madre. El duque quería una ceremonia íntima con 800 invitados. La pandemia lo ha reducido a 30 muy diferente a las exequias de Diana, con casi un millón de personas durante el recorrido del cortejo fúnebre o el entierro de la reina madre, fallecida a los 101 años.

En el funeral de Diana la tensión y las desavenencias familiares marcaron los actos. Una situación similar a la actual. Es la primera vez que vuelven a reunirse el principe Guillermo y Enrique desde que éste trasladara su residencia a Estados Unidos y criticara actitudes racistas contra su esposa Meghan. Foto: El cortejo fúnebre que traslada el féretro de la princesa Diana de Gales, recorre las calles de la capital británica desde la capilla real del palacio de St, James's, residencia del príncipe Carlos, hasta la Abadía de Westminster. EFE/Barriopedro/yv

Todo listo para despedir este sábado al duque de Edimburgo, marido de la reina Isabel II de Inglaterra. El funeral será a las 16:00 horas en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, y se podrá seguir en el canal 24 Horas, Radio 5 y RTVE.es. Será una ceremonia militar por expreso deseo del duque. Un vehículo land rover diseñado por el fallecido transportará su cuerpo desde el castillo hasta la capilla. Las medidas anticóvid han reducido a 30 personas las que podrán asistir a las exequias fúnebres.

FOTO: Miembros de la Guardia real a caballo se preparan para la ceremonia fúnebre. Carl Recine / REUTERS

El funeral del duque de Edimburgo se oficiará en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor y solo asistirán treinta personas, entre ellas, el príncipe Enrique, sin Meghan Markle, a la que los médicos han aconsejado no viajar por su embarazo. Todos se sentarán con distancia y mascarillas. Después de la ceremonia, el marido de Isabel II será enterrado en la bóveda real de la capilla. Es un funeral discreto, como quiso el duque.

Foto: Souvenirs con la imagen del duque de Edimburgo en una tienda cerca del Castillo de Windsor (EFE/EPA/FACUNDO ARRIZABALAGA)

Los ingleses han podido volver este lunes a peluquerías, restaurantes, bares y tiendas al comenzar una nueva fase del plan de desconfinamiento del Gobierno británico. Los bares tan solo pueden atender en las terrazas y para ofrecer su servicio en el interior tendrán que esperar hasta el 17 de mayo. La combinación del confinamiento en Inglaterra y la campaña masiva de vacunación han hecho que las cifras de coronavirus mejoren en los últimos cuatro meses. Este domingo tan solo siete personas murieron por COVID-19 en todo el país.

FOTO: EFE/EPA/ANDY RAIN

En Reino Unido, que va muy avanzado en la campaña de vacunación, este lunes han reabierto las terrazas de los pubs, los comercios o las peluquerías.

Hoy es un día grande porque por primera vez en el año la gente puede comprarse unos zapatos o una camisa en un sitio físico, en una tienda. Solo se podía hacer online. Algunos han hecho cola para cortarse el pelo. También han reabierto gimnasios, librerías, museos, galerías de arte... Para los museos hay que esperar un mes más. La gente tenía muchas ganas de volver al pub. Hoy reabre la hostelería en exteriores.

En cien días de Brexit el comercio por el Canal de la Mancha ha sufrido el mayor desplome desde que se tienen registros. En enero, las exportaciones británicas hacia la Unión Europea, cayeron un 40% y las importaciones un 28%. El principal motivo: la burocracia por los nuevos requisitos aduaneros. En un primer balance, el mayor punto de fricción se llama Irlanda del Norte. Los brotes de violencia de los últimos días son el principal síntoma del malestar. En el Ulster, todos los partidos han condenado la violencia. El problema de fondo es el propio tratado del Brexit, que para evitar una frontera física entre las dos Irlandas y salvar los acuerdos de paz del Viernes Santo prevé llevar los controles de bienes y mercancías a los puertos y establecer una imaginaria frontera en el mar. Esto no gustó a los unionistas norirlandeses, a los que Boris Johnson prometió que nunca habría diferencias entre la provincia de Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido. Hubo amenazas y Bruselas tuvo que retirar sus inspectores aduaneros. Lo que significa que hay un inmenso agujero por el que se puede colar el contrabando. Además, Londres ha suspendido unilateralmente los controles de mercancías hasta octubre, con gran enfado de la Unión Europea.

Foto: Protestas en Springfield Road, Belfast (Paul Faith/AFP)

El funeral del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, fallecido a los 99 años, tendrá lugar el próximo sábado en la capilla de San Jorge, adyacente al castillo de Windsor, como fue su deseo. El féretro con el cuerpo permanecerá en una capilla privada del castillo hasta la mañana del sábado, cuando será trasladado en una procesión ceremonial, acompañado por el príncipe Carlos, su primogénito, y otros miembros de la familia real.

Foto: Ofrenda floral en honor al duque de Edimburgo en el exterior del Castillo de Windsor (REUTERS/Andrew Boyers)

El funeral del Duque de Edimburgo será el sábado 17 de abril en la capilla de San Jorge, adyacente al castillo de Windsor. Hasta ese día el Reino Unido mantendrá el luto oficial.

Solom podrán estar presentes 30 personas.

Londres, Sara Alonso, corresponsal

Saludos de respeto de la caballería del castillo de Windsor a Felipe de Edimburgo. Flores en las verjas del Palacio de Buckingham a pesar de que la familia real ha pedido a los británicos que no lo hagan debido a la pandemia. Muchos ciudadanos se referían al príncipe Felipe como si fuera su abuelo. Para sus cuatro hijos fue durante siete décadas un apoyo, en la sombra, de la reina. Ahora, Isabel II, que el 21 de abril cumplirá 95 años, afrontará el futuro sin su marido tras 70 años juntos. Lo más inmediato, la crisis que envuelve a la familia real británica, sobre todo tra las reciente entrevista de su nieto Enrique y Megan Markle en la que acusaban a los Windsor de racismo. Ambos han anunciado que acudirán al funeral.

Foto: Flores en el Palacio de Buckingham, en Londres, como tributo al duque de Edimburgo (EFE/EPA/ANDY RAIN)

Salvas de cañón en algunas de las principales ciudades del Reino Unido, Gibraltar y navíos militares británicos en alta mar han rendido tributo al príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, fallecido la víspera a los 99 años. Se han disparado 41 series de salvas en localidades como Londres, Edimburgo, Cardiff y Belfast, así como desde los destructores HMS Diamond y HMS Montrose. El duque de Edimburgo, marido de la soberana británica durante 73 años, sirvió en la Marina Real británica durante la Segunda Guerra Mundial y ocupó el cargo ceremonial de lord gran almirante al frente de ese cuerpo.

Foto: Salvas de cañón en Woolwich Barracks en el centro de Londres (Daniel Leal-Olivas/REUTERS)