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Escapar de esa situación es clave. Pero si se logra, también lo es recibir luego toda la ayuda necesaria para rehacer la vida. La ONG World Central Kitchen y sus cientos de voluntarios están desde el pasado miércoles colaborando en la emergencia de los refugiados afganos en Torrejón de Ardoz. Junto a Cruz Roja y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, coordinan el operativo antes de ser reacogidos en otras comunidades autónomas. La organización prepara cerca de 2.000 picnics diarios en sus cocinas centrales en Santa Eugenia, Madrid. El equipo lo forman chefs profesionales, más de 50 voluntarios de muchas zonas de Madrid, Correos y los cuerpos de Seguridad del Estado. Los menús son supervisados por Nadia Gulam, periodista y escritora afgana. Lucía Zujeros ha estado allí.

Más de 200.000 personas han sido evacuadas de Afganistán tras el regreso de los talibanes, pero miles más se han quedado atrás. Ahora, quienes han conseguido escapar al horror temen por sus familiares y amigos. Es el caso de Kabir, un afgano residente en nuestro país desde hace 3 años. Su padre era militar y huyó a Kabul de los talibanes. Durante el atentado se encontraba junto al resto de su familia cerca de la zona. Kabir ha acudido a la base de Rota para ofrecerse como traductor para los refugiados y para pedir ayuda para sus familiares. Juan Leo ha hablado con él.

Miles de afganos, unos 20.000 a diario según algunas fuentes, tratan de huir de los talibanes a través de la frontera con Pakistán, ante el final de las evacuaciones aéreas en Kabul, que ha dejado a muchas familias sin la posibilidad de salir, pero tampoco es fácil la huida, ya que está controlada por los talibanes y se convierte en una trampa para las minorías perseguidas de pastunes, tayikos o hazaras. Varios países han empezado a reforzar sus fronteras. [Última hora en Afganistán]

Foto: Decenas de personas tratan de huir de los talibanes a través de la frontera con Pakistán. EFE/EPA/Stringer

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado que la lista de colaboradores afganos que en un principio tenía España para las evacuaciones era de 800 personas y finalmente han sido 2.200 las que el operativo ha sacado del país. "Hasta cinco minutos antes del atentado se ha intentado poder traer gente", ha asegurado la ministra en TVE, tras participar en la reunión del grupo interministerial presidida por el rey en el centro temporal de acogida de refugiados instalado en Torrejón (Madrid).

"Le puedo decir que inicialmente en la lista que tenía España eran unas 800 personas, hemos traído a 2.200, fíjese el esfuerzo que se ha hecho sobre el terreno", ha afirmado Robles en el canal 24h. La misión ha terminado, según ha admitido, "con la sensación de que a veces ha faltado un día más a lo mejor, pero que se ha hecho todo lo que se ha podido con generosidad y entrega". [Última hora en Afganistán]

Foto: Los ministros de Interior, Fernando Grande-Marlaska, Defensa, Margarita Robles, Exteriores, José Manuel Albares, y Trabajo, Yolanda Díaz, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EFE/Chema Moya

Sayed Saadat es repartidor en Leipzig, Alemania. Lo llamativo de su historia es que hasta no hace mucho era ministro en Afganistán. Sayed se fue a Alemania sabiendo que un día los talibanes acabarían tomando el poder en Afganistán. Ahora, cree que la comunidad internacional debería reconocer al régimen talibán para sacar la economía del país adelante. [Última hora de Afganistán]

El Gobierno español prevé finalizar hoy su operación en Afganistán con un último avión que está previsto que aterrice esta tarde en Torrejón. Desde que comenzó esta operación, muchas familias evacuadas han llegado ya a nuestro país, donde están comenzando una nueva vida. Es el caso de Momín, un intérprete que trabajó con nuestras fuerzas armadas y que pudo coger un avión destino a España con su familia tras varios días en el aeropuerto de Kabul. Desde entonces, viven en un piso de acogida de Madrid.

Informa Julio Leyte.

Mariam lleva tres años en España, como refugiada, junto a su hija. Huyó con ella de Armenia por las amenazas de muerte al no ceder su negocio a la corrupción. Adaptarse tras tanto sufrimiento, cuenta, fue complicado. El apoyo psicológico es esencial para que los refugiados puedan iniciar una nueva vida y superar las experiencias traumáticas que dejan atrás. Para ellos, la integración en el país de acogida es a menudo un proceso largo y lleno de obstáculos.

Foto: EFE/Ministerio de Defensa

Rehacer su vida en otro país, después de experiencias traumáticas como la guerra, es un camino lleno de obstáculos para los refugiados, difícil de superar sin apoyo psicológico. En el Telediario hemos hablado con Ahmed, un refugiado palestino que llegó a España hace trece años para empezar de cero.

Foto: EFE/ Ministerio De Defensa

Cristina Domínguez, técnica del Programa de Personas Refugiadas de Cruz Roja, es una de las personas que recibe a quienes vuelan desde Afganistán a España en los aviones del Ejército. Asegura que con el paso de los días esos hombres y mujeres llegan cada vez más angustiados: “En los primeros vuelos había cierto margen, pero según se acerca la fecha límite cunde más la angustia. Nos preguntan qué va a pasar, si tenemos información nueva. Están muy afectados. A la vez aliviados y agradecidos, pero muy preocupados por todo lo que dejan atrás”. Los niños, añade, llegan cansados pero se recuperan enseguida: “Beben, descansan y se van a la zona de juegos. Se olvidan de la pesadilla que llevan viviendo hace más de una semana”. Domínguez dice que el trabajo técnico se está acelerando para derivar a las personas que llegan a otras provincias o a otros países de la UE y esperan que en estos últimos días antes de que acabe el plazo dado por los talibanes aumente mucho el número de llegadas.

Abbas Karimi ha vivido demasiadas cosas para tener sólo 24 años. Nació sin brazos en Afganistán y tuvo una infancia marcada por el acoso. Así que decidió empezar kickboxing con 12 años para poder defenderse. Al año siguiente lo cambió por la piscina, empezó a ganar campeonatos y a los 16, temiendo por su vida, huyó del país. Y al llegar a Irán pagó a unos contrabandistas para que lo llevaran hasta Turquía. Allí pasó cuatro años indocumentado, pero su sueño se cumpliría más lejos, en Estados Unidos, que le acogió en condición de refugiado. En 2017 se convertió en subcampeón del mundo en 50 m mariposa y este viernes debutará en sus primeros Juegos Paralímpicos representando a más de 80 millones de refugiados.