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El coronavirus avanza en Latinoamérica, empujado por la variante brasileña. Ya suma 24 millones de casos y más de 750.000 muertes. Solo en México, los fallecidos serían un 60 % más de los registrados, según cifras del propio Gobierno.

Brasil está al borde del colapso, con más de 300.000 muertos y 2.600 fallecidos al día de media en la última semana. En Argentina han suspendido los vuelos de Brasil, México y de Chile, donde se ha vacunado ya al 40% de su población, sobre todo con dosis de la china SINOVAC. Pero los casos repuntan, y el presidente Piñera anunciaba este domingo que 16 millones de chilenos quedan confinados. En Venezuela, el gobierno de Maduro ofrece cambiar petróleo por vacunas.

Julimar da Silva, profesor del departamento de Estructuras Económica y Economía del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Madrid, ha explicado que Brasil enfrenta una situación “bastante compleja”: “Es un país en desarrollo, con un sistema de salud precario, una estructura económica y social difícil que favorece el contacto, grandes urbes con un transporte deficiente… Todo ello catalizado por una gestión política nefasta de la crisis”. El profesor ha comentado que no existe una política única en el país para gestionar la crisis sanitaria por los conflictos entre administraciones.

Da Silva ha lamentado las cifras que registra Brasil, que considera consecuencia de que la clase política “solo busque rédito político” de la pandemia. “3.000 muertos diarios hacen que la gente reaccione”, ha sostenido en 24 horas de RNE.  “La opinión pública está dividida, el 30% apoya a Bolsonaro y sus propuestas, pero se ha incrementado en las últimas semanas el rechazo directo al Presidente, supera el 50%”, ha indicado.

Brasil ha registrado cien mil contagios en un día. El país sólo ha vacunado al 9 % de su población ylos centros sanitarios están desbordados. Según la Fundación Sanitaria Oswaldo Cruz, 25 de los 27 estados de Brasil tienen las UCI a más del 90%. Olga Estefanía forma parte del sindicato de salud de Paraná y explica quelos sanitarios están agotados, que ya no quedan profesionales a los que contratar. Además faltan equipos de protección, oxígeno y medicamentos. Es según la Fundación Oswaldo Cruz el mayor colapso sanitario que ha vivido el país, y que tiene a más de 40 % de los profesionales con problemas psicológicos. El 90 % de los profesionales señala queel mayor obstáculo para su trabajo es la actitud negacionista de buena parte de la población que sigue las directivas lanzadas por el Presidente Jair Bolsonaro.

Informa Santiago Barnuevo

El Tribunal Supremo de Brasil ha dicho que el expresidente Lula da Silva no tuvo un juicio imparcial, y además ha tumbado la pretensión del actual presidente Bolsonaro de acabar con los confinamientos regionales. Con Lula subiendo en popularidad, y Brasil a punto de superar los 300.000 muertos, Bolsonaro modera su discurso y ahora pide un pacto nacional contra la pandemia. En un mensaje de poco más de tres minutos aseguró que en breve recuperarán la vida normal y que Brasil tendrá este año 500 millones de dosis. La realidad parece otra: Poco más del 5% de los 210 millones de brasileños han recibido alguna dosis mientras que el país se ahoga. Ayer rompió todas sus marcas: 3.251 muertos en 24 horas, su cifra más alta en esta pandemia y hoy podría superar los 300.000 fallecidos. Un nueva cepa más letal y contagiosa desborda los hospitales. Apenas quedan camas de terapia intensiva y hay largas listas de espera, además escasean materiales básicos para intubar y en breve habrá problemas con sedantes, no sólo aquí sino en todos los hospitales, afirma Flavia Machado. [Última hora coronavirus]

Foto: REUTERS/Ueslei Marcelino

En Sudamerica preocupa, especialmente, la situación de Brasil. El país se ha convertido en una bomba virológica, con la pandemia descontrolada, el sistema sanitario desbordado y un último reporte de muertos que supera los 3.200 fallecidos en un solo día.

Su situación es crítica y al sistema hospitalario le queda muy poco para colapsar. Además de la falta de camas en los hospitales (como Sao Paulo que roza el 92% de ocupación en las UCI), se suma el desabastecimiento de oxígeno y medicamentos imprescindibles para los casos más graves, como los sedantes. Muchos pacientes aseguran, además, haber recibido tratamientos de ineficacia probada contra el virus.

El país está en jaque y preocupa, sobre todo, la inacción de su presidente. Bolsonaro niega la gravedad de la situación, promueve la ausencia de medidas y arremete contra los que si las toman. ,La Corte Suprema ha rechazado su petición para impedir que gobiernos regionales y municipales puedan aplicar restricciones.

Hace unas horas Bolsonaro se dirigía a la nación. Sin mencionar el récord de fallecidos, pide tranquilidad y dice garantizar la vacunación de los brasileños, aunque solo el 5% ha tenido acceso a una de las dosis.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha denunciado haber sido "víctima de la mayor mentira jurídica en 500 años" de la historia de Brasil, durante su primera comparecencia pública después de que un juez del Supremo anulara sus condenas de prisión por supuesta corrupción. Esta decisión permitirá al exmandatario presentarse como candidato en las elecciones presidenciales de 2022.

FOTO:  EFE/ Fernando Bizerra Jr.

La pandemia de coronavirus sigue descontrolada en Brasil, que ha registrado 69.609 casos y 1.555 muertes en las últimas 24 horas. Desde el primer contagio, el 26 de febrero, y de la primera muerte, el 12 de marzo, ambos en Sao Paulo, el país suma 10.938.836 casos confirmados y 264.325 fallecidos. [Última hora del coronavirus]

Foto: Locales comerciales cerrados en la calle 25 de marzo, el mayor centro del comercio popular de Sao Paulo, Brasil (EFE/Sebastião Moreira)