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Rafael Argullol: El gran viajero del pensamiento

• “Hay dos grupos de personas, las que todo el rato le están diciendo al mundo cómo están, y las que le preguntan al mundo cómo está”

• ¿Qué te gustaría preguntarle? El viernes 18 de noviembre, a las 12:00, estará con todos los internautas

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Pienso luego existo - Rafael Argullol

“Los tres grandes placeres de mi vida son los viajes, los libros y las mujeres”. Quien habla con tanta sinceridad es Rafael Argullol (Barcelona, 1949), catedrático de Estética y Teoría de las Artes y próximo protagonista de “Pienso, Luego Existo”, el programa de La 2 que da voz y protagonismo a los pensadores españoles.

Una pasión por viajar que le viene de niño, de las lecturas de Julio Verne y de Salgari, y que le hace concebir la filosofía también en términos viajeros, pues para él es “el intento de sentido de la orientación en medio de la deriva de la vida”, una “brújula con la cual tu vas orientándote o intentas orientarte en medio de las distintas encrucijadas”. Pero como viajar es “la tentativa hacia la amistad, hacia el amor, hacia el conocimiento”, Argullol destaca que le gustaría ser recordado por eso.

CONTEMPLACIÓN DE LO ESTÉTICO

Quienes le conocen destacan esa pasión por viajar, pero también por la “contemplación de lo estético”, en palabras de Camilo Hoyos, profesor de literatura de la Universitat Pompeo Fabra y la persona que ha transcrito el manuscrito de 2000 página de “Visión desde el fondo del mar”, el último libro de Argullol que culmina una trayectoria de más de 25 obras publicadas. Pero una “contemplación de lo estético” que es justo lo contrario a la del poeta que se queda mirando por la ventana, sino más bien la del escultor de Carrara que mira la hoja en blanco como el bloque de mármol que podía arruinarse ante cualquier daño o golpe mal dado.

Por su parte, Argullol cree que sigue “desorientado” por ese pensamiento renacentista que le lleva a sentir curiosidad universal por todo. “Conocemos el mundo a través de sensaciones que luego nosotros enfriamos un poco, y a eso lo llamamos pensamiento. Y conocemos el mundo a través de pensamientos que luego calentamos, y a eso le llamamos emociones. El que quiera colocarse en equilibrio tiene que estar entre una cosa y la otra. Lo que observamos del mundo exige esa doble mirada. Nos aproximamos más a la verdad en cuanto tenemos un acercamiento más plural, afirma en el programa.

SÓCRATES Y JESUCRISTO

Tiene muy claro, además, quiénes son los dos personajes que le han influido son Sócrates y Jesucristo. “Uno es la razón y el otro es el sacrificio. Uno es, en cierto modo, el análisis ecuánime y armonioso y el otro es la pasión. Uno es la aceptación de la muerte estoica y el otro es la oferta de la resurrección”, argumenta.

Dice también que le aburre la gente que se busca a sí misma a través de sí mismo y que le gusta más la gente que se busca a través del mundo. “En realidad, hay dos grupos de personas: las personas que todo el rato le están diciendo al mundo cómo están, y las personas que le preguntan al mundo cómo está”. “Yo soy más bien de este segundo grupo”, afirma.

“Es una persona con una extraordinaria curiosidad, una extraordinaria voluntad de conocimiento y de experiencia”, dice de él Estela Ocampo, profesora de Teoría del Arte. “Está siempre a caballo entre el pensamiento filosófico y la literatura”, señala Eugenio Trías, amigo y cómplice intelectual de Rafael Argullol.

En el programa, habla también del pescador que menciona en su libro: cuando Argullol niño empezaba a nadar y le preguntó por los remolinos, le dijo que si era pequeño, se atravesaba, pero que si era grande, en lugar de luchar contra él, debería dejarse tragar, pues el propio impulso renacería hasta arriba y le salvaría. “Este es el mejor consejo que he recibido en mi vida”, concluye.