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Irán

Liberada la británica-iraní Zaghari-Ratcliffe, encarcelada cinco años en Irán por supuesto espionaje

  • Zaghari-Ratcliffe ha cumplido la sentencia pero mantiene abierta otra causa judicial
  • La británica fue arrestada en una visita familiar en Irán y su caso ha provocado gran rechazo en Londres

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Foto de archivo de la ciudadana británica-iraní Zaghari-Ratcliffe
Foto de archivo de la ciudadana británica-iraní Zaghari-Ratcliffe

La británica-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe, cuyo caso enfrenta a Londres y Teheran, fue puesta este domingo en libertad tras finalizar su condena de cinco años de cárcel por supuesto espionaje en Irán, pero su situación sigue siendo delicada ya que afronta un nuevo proceso judicial.

El abogado de Zaghari-Ratcliffe, Hoyat Kermani, ha informado de que su sentencia de cinco años ha terminado este domingo y ha eliminado la restricción de movimiento en un radio superior a 300 metros impuesta en el último año.

Su marido, Richard Ratcliffe, dijo a la agencia nacional británica PA que "Nazanin es realmente feliz" y ha aprovechado su primera tarde en libertad para visitar a su abuela y a la familia de otro de los detenidos con doble nacionalidad británica-iraní.

La mujer, que era empleada de la Fundación Thomson Reuters y fue detenida en 2016 durante una visita familiar a Teherán, se encontraba desde marzo cumpliendo su condena en arresto domiciliario en la casa de sus padres en la capital iraní.

Nuevos cargos de propaganda

Aunque ha quedado este domingo en libertad, el letrado indicó a la agencia oficial IRNA que la fecha para examinar el segundo caso contra su cliente ha sido fijada por el Tribunal Revolucionario Islámico para el próximo 14 de marzo.

Los cargos que se le imputan a Zaghari-Ratcliffe en este caso son llevar a cabo actividades de propaganda contra el régimen teocrático de Irán, tal y como se notificó el pasado septiembre.

Es acusada, entre otros cargos, de participar en un mitin frente a la Embajada de Irán en Londres en 2009, con motivo de las protestas del Movimiento Verde en Irán, y dar una entrevista a la televisión BBC en farsi, denostada por Teherán, un canal con el que también fue vinculada en el primer proceso judicial por reclutar y capacitar a periodistas

El Gobierno británico calificó entonces de "indefendible e inaceptable" el nuevo cargo impuesto y urgió a Irán a no devolver a su ciudadana a la cárcel.

Zaghari-Ratcliffe salió de prisión en libertad temporal hace un año gracias a un permiso que las autoridades persas otorgaron a más de 100.000 presos para evitar la propagación del coronavirus por las cárceles.

La británica-iraní deja de estar ahora controlada mediante una pulsera telemática pero no está claro si se le permitirá abandonar Irán.

Londres insta a Teherán a la liberación definitiva: "Ha sufrido un calvario"

El Gobierno británico dio la bienvenida este domingo a la liberación de Nazanin Zaghari-Ratcliffe tras cumplir su condena a cinco años, pero instó a las autoridades iraníes a su "liberación permanente" tras conocerse que ahora afrontará un nuevo proceso judicial.

El primer ministro británico Boris Johnson se comprometió el domingo a hacer todo lo posible para asegurar laliberación permanente

de Zaghari-Ratcliffe. "Debe ser liberada permanentemente para que pueda regresar con su familia en el Reino Unido y nosotros continuaremos haciendo todo lo posible para lograrlo", aseguró Johnson en Twitter.

El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, consideró que la mujer y su familia han sido sometidas a "un calvario cruel e intolerable" que aún continúa, pese a la orden judicial de este domingo de acabar con el arresto domiciliario bajo control de una tobillera en que se hallaba Zaghari-Ratcliffe.

Su caso ha sido muy mediático y ha movilizado al Gobierno británico y a Amnistía Internacional, que rechazaron la condena de cinco años de cárcel por delitos contra la seguridad del Estado, que tanto la mujer como la Fundación Thomson Reuters niegan.

Se ha especulado con que su detención está vinculada con una deuda que tiene el Reino Unido con Irán desde hace más de cuarenta años, cuando el sha Mohamad Reza Pahlaví compró 1.500 tanques por valor de 400 millones de libras esterlinas que nunca fueron entregados.