Lucía descubre que su hijo Carlos ha dejado de pagar su seguro de entierro, lo cual significa que, probablemente, será enterrada en un nicho cualquiera, rodeada de gente que 'ni siquiera ha rodado un cortometraje', según dice. Ella se considera digna de pasar a mejor vida en un panteón, para lo cual decide vender 'la lágrima', un diamante que le regaló un jeque árabe hace décadas y que parece tener un gran valor. Al conocer la existencia de la joya, se desata la codicia entre los okupas.
Al mismo tiempo, Carlos le rompe una camiseta a Lola accidentalmente. Se siente obligado a cosérsela, lo cual no deja de ser un motivo para estar cerca de ella.
Han elegido a Lucía para hacerle un reportaje en una revista sobre la familia. Para ello es imprescindible que salga ella y su familia. Pero como Lucía no quiere presentar a Carlos como su hijo, decide buscarse un sustituto. Y el elegido es Pistolas. El líder de la casa okupa, un auténtico antisistema, se ve obligado a interpretar el papel de hijo modélico de la Piqueras.
Mario sospecha que Nancy engaña a Pistolas. En el papel de detective, decide seguirla y descubre que es de familia rica.
- Géneros
- Comedia
- Idiomas
- Castellano