Tras las huellas de los leones

Para la neurótica Eleonore Krämer, que en realidad lleva una vida como ilustradora de libros infantiles en Viena y con miedo al contacto con otras personas, comienza una pesadilla cuando tiene que viajar a África para visitar a su hermano moribundo. En contraste con su hermano Frederick, quien nunca tuvo reservas y trabaja como misionero en un hogar de niños sudafricanos, cuando Eleonore se entera de que su hermano tiene una enfermedad terminal, trata de superar sus miedos y viaja junto con Max Reimann, un amigo y colaborador de Frederick, en el lejano continente. El vuelo ya resulta ser una verdadera tortura para la antisocial mujer. Después de su llegada, se enfrenta a sus peores temores: las condiciones higiénicas son un desastre y las personas no tienen miedo al contacto físico y emocional. Su hermano fallece, pero antes le dice que "el miedo se va". Todavía no sospecha que este viaje le va a cambiar la vida y la lleva a su verdadera felicidad, a pesar de su "Trastorno de ansiedad generalizada".